Efemérides: 70 años sin Wiliulfo González
Don Wiliulfo González Carvajal, una tarde de triunfo, al lado del novillero Ángel Isun
El día de hoy se cumplen 70 años de la trágica muerte de don Wiliulfo González Carvajal, ganadero de Piedras Negras, y una de las piezas claves del eslabón de las seis generaciones de criadores tlaxcaltecas que han conducido los destinos de esta legendaria ganadería desde hace más de 140 años.
Fue un 21 de agosto de 1941 cuando perdió la vida en su rancho, durante un coleadero que se celebraba en la plaza de tientas, aquel que estaba pegado a las vías del tren y del que hoy día sólo quedan algunas piedras como testimonio del sitio donde don Wiliulfo cayó de cara al sol a la edad de 47 años.
Este lamentable suceso no restó continuidad a su trabajo, y aunque sus hijos aún eran un tanto jóvenes para hacerse cargo de las riendas de la ganadería, que heredó a su esposa Delfina González, uno de ellos, Romárico González, se encargó tanto de Piedras Negras como de La Laguna. En aquel entonces, el que sería más tarde el artífice de Piedras Negras, don Raúl González González (padre del actual propietario, Marco Antonio González) contaba ocho años de edad.
Los González ganaderos de Tlaxcala siempre se han involucrado directamente con la crianza del ganado, y este lamentable hecho, que marcó, sin lugar a dudas, la historia de la familia, tuvo una antecedente igualmente trágico, pues el padre de Wiliulfo González, don Romárico González González, se dio en circunstancias parecidas: murió de meningitis al haberse infectado un puntazo que recibió cerca de un ojo al ejecutar un cambio de rodillas en una tienta. Cuando ocurrió aquel percance, en septiembre de 1918, don Romárico contaba 46 años de edad.
A pesar de estos avatares, la historia ganadera de Piedras Negras y La Laguna continuó de manera paralela y fueron ambas ganaderías dos de las más importantes en las temporadas de la plaza El Toreo de la Colonia Condesa en la llamada Época de Oro del Toreo en México, escenario donde Wiliulfo González Carvajal cosechó destacados triunfos.
Uno de los más significativos tuvo lugar el 19 de febrero de 1939, cuando el maestro Fermín Espinosa "Armillita" se quedó solo con los ocho toros de Piedras Negras tras haber resultado herido Luis Castro "El Soldado", durante un mano a mano en la tradicional Corrida de Covadonga.
Aquella tarde, el maestro de Saltillo inmortalizó a "Juamo", un toro emblemático de Piedras Negras, al que cortó las orejas y el rabo. En esa ocasión compartió una aclamada vuelta al ruedo con don Wiliulfo.
Y el 8 de septiembre de 1940 salió a hombros en compañía del novillero Ángel Isunza después de que éste consiguió un triunfo apoteósico con "Tepalcatero" que formó parte de un lote de magníficos novillos de Piedras Negras en un festejo en el que también actuaron Andrés Blando, Gregorio García y Felipe González, en la misma plaza El Toreo.
Hoy hemos querido rememorar esta efemérides debido a la importancia que en su momento tuvo este criador Tlaxcalteca cuyos restos descansan en el cementerio familiar de la asolerada casona de Piedras Negras.
Fue un 21 de agosto de 1941 cuando perdió la vida en su rancho, durante un coleadero que se celebraba en la plaza de tientas, aquel que estaba pegado a las vías del tren y del que hoy día sólo quedan algunas piedras como testimonio del sitio donde don Wiliulfo cayó de cara al sol a la edad de 47 años.
Este lamentable suceso no restó continuidad a su trabajo, y aunque sus hijos aún eran un tanto jóvenes para hacerse cargo de las riendas de la ganadería, que heredó a su esposa Delfina González, uno de ellos, Romárico González, se encargó tanto de Piedras Negras como de La Laguna. En aquel entonces, el que sería más tarde el artífice de Piedras Negras, don Raúl González González (padre del actual propietario, Marco Antonio González) contaba ocho años de edad.
Los González ganaderos de Tlaxcala siempre se han involucrado directamente con la crianza del ganado, y este lamentable hecho, que marcó, sin lugar a dudas, la historia de la familia, tuvo una antecedente igualmente trágico, pues el padre de Wiliulfo González, don Romárico González González, se dio en circunstancias parecidas: murió de meningitis al haberse infectado un puntazo que recibió cerca de un ojo al ejecutar un cambio de rodillas en una tienta. Cuando ocurrió aquel percance, en septiembre de 1918, don Romárico contaba 46 años de edad.
A pesar de estos avatares, la historia ganadera de Piedras Negras y La Laguna continuó de manera paralela y fueron ambas ganaderías dos de las más importantes en las temporadas de la plaza El Toreo de la Colonia Condesa en la llamada Época de Oro del Toreo en México, escenario donde Wiliulfo González Carvajal cosechó destacados triunfos.
Uno de los más significativos tuvo lugar el 19 de febrero de 1939, cuando el maestro Fermín Espinosa "Armillita" se quedó solo con los ocho toros de Piedras Negras tras haber resultado herido Luis Castro "El Soldado", durante un mano a mano en la tradicional Corrida de Covadonga.
Aquella tarde, el maestro de Saltillo inmortalizó a "Juamo", un toro emblemático de Piedras Negras, al que cortó las orejas y el rabo. En esa ocasión compartió una aclamada vuelta al ruedo con don Wiliulfo.
Y el 8 de septiembre de 1940 salió a hombros en compañía del novillero Ángel Isunza después de que éste consiguió un triunfo apoteósico con "Tepalcatero" que formó parte de un lote de magníficos novillos de Piedras Negras en un festejo en el que también actuaron Andrés Blando, Gregorio García y Felipe González, en la misma plaza El Toreo.
Hoy hemos querido rememorar esta efemérides debido a la importancia que en su momento tuvo este criador Tlaxcalteca cuyos restos descansan en el cementerio familiar de la asolerada casona de Piedras Negras.
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