El novillero mexicano tuvo una destacada actuación en la plaza de Ávila, donde esta tarde cortó una oreja y rozó la puerta grande, con el otro ejemplar de su lote dio una vuelta al ruedo al haber malogrado la faena a la hora de entrar a matar.
Diego Silveti sorteó el primer lugar el novillo de menor juego de la tarde, pues desarrolló genio y no terminó nunca de romper hacia adelante, aunque se movió. Suficiente para que el mexicano se impusiera con firmeza y enorme voluntad de triunfo, aunque el animal no se prestó para desarrollar el concepto que ha venido demostrando. Lo saludó con vibración con el capote, la faena tuvo mérito y lo mató por arriba, de una buena estocada.
Sin embargo, Diego estuvo mucho más a gusto con el quinto, un animal que fue rompiendo poco a poco en la muleta y delante del cual construyó una muy buena faena que fue a más, basada, fundamentalmente en la mano izquierda, por donde surgieron los mejores pasajes del trasteo.
Templanza y buen trazo en varias series que llegaron mucho a los tendidos. También se lució en redondo, aderezando su labor con originalidad en los remates, para mantener en alto la atención del público. La faena la remató con un fajo de ajustadas bernardinas. Pinchó antes de agarrar la estocada definitiva, paseando un trofeo con fuerte petición del segundo.
Por segundo año consecutivo, Diego Silveti dejó buenas sensaciones en Ávila, donde el pasado año también cortó una oreja.
Javier Jiménez, que también paseó un trofeo, dejó momentos de templaza y buen corte con el tercero, una animal de gran clase. Y se volvió a mostrar muy voluntarioso con el sexto, auque falló con los aceros. Por su parte, Jesús Fernández también dejó buenos detalles con ambos, destacando la faena al cuarto.