Ignacio Garibay cerró ayer su preparación de cara la corrida que tiene en puerta el próximo domingo en la plaza de Las Ventas de Madrid, y se encuentra mentalizado para afrontar este compromiso en el que compartirá cartel con Serafín Marín y Sergio Aguilar, para lidiar un encierro de la legendaria ganadería de Pablo Romero, que desde hace poco más de una década se anuncia como Partido de Resina.

El matador capitalino se ha sometido en los últimos días a una intensa preparación física y taurina, pues además de aumentar sus entrenamientos de toreo de saló y ejercicio cotidiano, ha podido matar toros a puerta cerrada y hacer diversos tentaderos en varias ganaderías enclavadas en la zona de Andalucía y Extremadura.

El día de ayer acudió a a la finca de Zalduendo, propiedad de Fernando Domecq, donde compartió el día con su amigo, Alejanadro Talavante, y en presencia del maestro Paco Ojeda, que estaba como invitado de lujo.

En esta casa mató dos toros de más de quinientos kilos de peso, con los que desarrolló su artístico concepto del toreo y pudo ensayar a placer. Con este entrenamiento, Ignacio terminó una preparación de unos dos meses de duración, que sólo se vio interrumpida para venira a México a torear en las ferias de Texcoco y Aguascalientes.

El torero mexicano volverá a pisar el coso venteño después de once años, ya que la última vez que lo hizo fue para confirmar su alternativa. La efemérides se remonta a la fecha del 16 de abril del año 2000, cuando Raúl Gracia "El Tato" le dio "el abrazo" en presencia de Ruiz Manuel, con toros de la ganadería de Juan José González.

Acompaña esta información una fotoreportaje de Emilio Méndez, además de una entrevista en video con el propio Garibay, donde explicas sus sensaciones ante este significativo reto en su carrera.