Cuando muchos pensaban, entre ellos quien escribe, que el matador de toros poblano Jesús Luján se había retirado de la profesión, ayer nos llevamos la agradable sorpresa que mató un toro a puerta cerrada en la plaza "El Relicario" de Puebla.
 
A invitación de la Empresa Protauro, acudimos esta tarde a la plaza donde Jesús enfrentó un astado de San Marcos, a manera de preparación para retomar su carrera con apoyo de la citada empresa que tiene en mente ponerlo en algún cartel posterior a la feria, siempre y cuando las autoridades den el fallo a favor tras licitar el inmueble.
 
Por lo pronto hoy vimos a este torero con evidente sitio, amén del gusto y valor de siempre, haciendo las cosas con cabeza y trasmitiendo con fuerza; aunque esto fue a puerta cerrada, hubo personas que de algún modo se enteraron como unas aficionadas de Tlaxcala, que estuvieron presentes disfrutando la labor del diestro.
 
El de San Marcos, que empezó suelto, peleó con el picador; sin embargo conservó algunas complicaciones que Luján advirtió desde que lo toreó de capa, y logró atemperar con la muleta después del emotivo prólogo de dos péndulos, tras los cuales trazó muletazos muy completos arrancando los olés y pudiéndole al cornúpeta que tuvo cuerda, dando como resultado una faena larga culminada a espada con su facilidad habitual.
 
Decíamos que Protauro lo apoyará y por lo pronto hoy nos informaron que será precisamente Luis Rubén Hernández pieza importante de esta empresa quien lo apodere, teniendo planes interesantes que darán a conocer en cuanto se solidifiquen.
 
En virtud que otras empresas le cerraron las puertas a este torero, incursionó en el ambiente artístico participando incluso en un programa en Argentina; luego tuvo que irse al Sureste para seguir toreando en plazas pequeñas o en el campo, siempre con la esperanza de que se presentara la oportunidad como ha ocurrido.
 
Recordemos que Jesús Luján fue base de carteles en "El Relicario" provocando grandes entradas en temporadas que sobrepasaban la docena de novilladas. Lo que le abrió las puertas de la Plaza México en el 2003 y luego lo llevó a la alternativa, que recibió el 13 de noviembre de 2005 en la Plaza Jorge Aguilar "El Ranchero" durante la feria, en un cartel de lujo con El Juli de padrino y José Luis Angelino de testigo, con toros de Montecristo.
 
Posteriormente, las contrataciones disminuyeron hasta llegar el momento de no verse anunciado; ahora según manifestó el propio torero se siente muy ilusionado; nosotros agregamos que siendo tan joven tiene una vida por delante y las ganas de rehacer su carrera lo tienen ahora en pie de guerra.