La tarde de hoy, Joselito Adame cortó tres orejas y sigue tumbando caña en su tierra, con otra actuación variada y vibrante que despertó emociones en el público durante un festejo en el que Fernando Ochoa y Alejandro Talavante fueron ovacionados.
Cuando la empresa de Espectáculos Taurinos de México dio a conocer los carteles y con ello una base de toreros hidrocálidos, algunas personas cuestionaron esta situación; hoy al llegar a la media docena de festejos, numéricamente se contabilizan 13 orejas y un rabo, de ellas Joselito ha cosechado cinco y si sumamos las dos de Saldívar, además de las tres y el rabo de Juan Pablo Sánchez, estamos hablando de un saldo positivo para los de casa; hasta hoy la empresa no se equivocó ya que la legión local ha respondido.
Joselito Adame ha demostrado el día de hoy que está en el mejor momento de su carrera y no dudamos que de seguir así, pueda dar una grata sorpresa en Madrid el día de su confirmación de alternativa, que cada vez está más carca.
Con el tercero de la tarde salió a demostrar que su anterior triunfo no fue obra de la casualidad, con el capote estuvo muy torero, una vistosa larga y un quite por chicuelinas, con todo y la molestia del viento fueron su carta de presentación, como habitualmente lo hace cubrió con muchos recursos el tercio de banderillas.
Los albores de su faena fueron justo en el centro del redondel, ahí aguardó la embestida de "Sepia", un toro potable con el que corrió la mano por ambos pitones, los momentos más lucidos fueron los naturales, bellos adornos como la dosantina y la joselillina, con la espada fulminó al astado para recorrer el ruedo con dos orejas y en compañía de los ganaderos, mientras que en el arrastre se escucharon palmas.
El que cerró plaza llevó en nombre de "70 años" con el que el hidrocálido dibujó verónicas flexionando una rodilla, quitó por chicuelinas rematadas con el mangueraso de Villalta, nuevamente y muy sobrado cubrió el segundo tercio. Ante un toro bravo, poco a poco fue construyendo una faena en la que las tandas por naturales calaron en el tendido, lo mismo que detalles toreros, efectivo con el acero cosechó una oreja más.
Fernando Ochoa compareció por segundo día consecutivo en la monumental. Con el que abrió plaza dimensionó un estético toreo con el percal, con la franela sacó al astado de las tablas a los medios con muletazos por bajo, "Don Mario" fue un toro que se desplazó por el derecho, sin embargo al ceñirse con él, Ochoa fue prendido de fea manera, afortunadamente solo fue la ropa la que resultó dañada, regresó a la cara del astado para terminar con varias tandas en el terreno de la querencia, cuando ya tenía la oreja en la espuerta se puso pesado con el acero y solo saludo en el tercio.
El cuarto de la tarde llevó el nombre de "Director" y fue uno de los toros menos potables de la tarde, pues tuvo embestidas inciertas y poca transmisión que impidieron al michoacano trascender, por ello Ochoa se fue de vacío no solo esta tarde, sino durante el serial en sus dos comparecencias.
Alejandro Talavante tuvo una desafortunada presentación en Aguascalientes; por un lado, durante su primer astado hizo acto de presencia un fuerte viento, mismo que le impidió lucir, tanto con el capote como con la muleta, y solo pudo dar algunos muletazos sueltos. Con el acero pinchó en reiteradas ocasiones para retirarse en silencio.
Con el quinto de la tarde y ya sin la molestia del viento, el español logró un vistoso toreo con el capote, cadencia en las verónicas y un quite por saltilleras. Con la muleta se enfrentó a un astado incierto que le apuntaba los pitones en los muslos en todo momento, Talavante al ver la imposibilidad de ligar los muletazos, se decantó por un toreo tremendista que puso al filo de la butaca a los espectadores.
En un momento de exceso de confianza fue prendido de fea manera por "Aniversario" que para ese momento ya había desarrollado sentido; afortunadamente, la cosa no pasó a mayores. El de Badajoz expuso el físico en demasía y cuando parecía que todo estaba listo para cortar una oreja de peso, otra vez esa sistemática manera de fallar con la espada se lo impidió. Después de escuchar un aviso saludó en el tercio.