En lo que fue la quinta corrida de feria han realizado el paseíllo, Rafael Ortega, Fernando Ochoa y Daniel Luque, lamentablemente las condiciones de los astados procedentes de la dehesa de los Encinos no dieron el juego esperado, mismos que, como ya habíamos anunciado en Al Toro México.com llevaron nombres alusivos a los toros que a través de su carrara inmortalizará el maestro Fermín Espinosa "Armillita", al final solo el de Tlaxcala logró tocar pelo.
Rafael Ortega realizó su segunda comparecencia en el presente serial y consciente de lo que están apretando las nuevas generaciones, salió dispuesto a defender su lugar, con el que abrió plaza anunciado como "Maromero" no pudo dimensionar su toreo, las cortas embestidas de su enemigo no le permitieron ligar los muletazos, no obstante su labor fue voluntariosa, después de fallar con la espada se resguardó en silencio.
El cuarto de la tarde llevó por nombre "Nacarillo" y fue recibido por el tlaxcalteca con una larga pegado en tablas, realizó un vistoso quite por navarras, complació al respetable al colocar los palitroques, destacando un ajustado par al violín. Con la muleta estructuró un trasteo ligado y con algunos detalles que dieron lustre a su toreo, para finalizar su labor ejecuto un volapié de efectos fulminantes, por ello recibió una oreja.
Fernando Ochoa realizó su primer paseíllo en la feria sanmarqueña, ahora apoderado por el matador español Alberto Elvira, con su primero lanceó a la verónica con cadencia, inició su labor muleteril con tandas por el lado derecho, lamentablemente aunque "Bailaor" se desplazó, no tuvo mucho fuelle y por ello la faena se terminó pronto, por su labor escuchó palmas.
"Clarinero" saltó al ruedo en quinto lugar, sin duda el astado de mejor presentación, Ochoa jugó los brazos con lucidas verónicas, antesala de una faena realizada en los medios, ante embestidas un poco deslucidas, el michoacano puso la voluntad para correr la mano en varias tandas por ambos pitones, lamentablemente cuando parecía tener la oreja en la espuerta, el espadazo no fue suficiente y se limitó a escuchar palmas.
El español Daniel Luque compareció por segundo día consecutivo en la Monumental y, aunque nuevamente mostró su estético toreo y su voluntad por agradar, ni "Pardito" tercero de la tarde, ni "Clavelito" que cerró plaza, le permitieron trascender a los tendidos, palmas y silencio fueron el resultado de su labor.