El rejoneador lusitano se alzó con otro importante triunfo, esta tarde en la plaza "Ponciano Díaz" de Tula, donde cortó cuatro orejas y un rabo tras una brillante actuación, mientras que el rejoneador amador Félix Cantú se llevó un apéndice durante la corrida de rejones.

Félix Cantú, que se anuncia como rejoneador amador, quizá lo haga para permitirse cosas no comunes en alguien que sale a un ruedo: usar lentes, como lo hizo con su primero, o como quitarse la casaca cuando casi iba a matar a su segundo.

Anduvo nervioso, con prisas, sin nunca parar al caballo y pasando en falso para clavar el primer rejón al que abrió plaza, a un toro que le faltó fijeza de salida pero que fue a más, siendo después un astado emotivo y de buen son. En banderillas se esforzó pero le faltó asentarse. Dejó dos pinchazos con el rejón mortal, y lo despachó el sobresaliente de un bajonazo.

Con su segundo, el más chico del encierro, estuvo más asentado, dejando dos rejones a la tira. Con un bonito tordillo porcelano de nombre “Opus”, intentó los galopes a dos pistas y dejó dos buenas banderillas de frente, a un animal con nobleza y que permitía algo más.

Con “Vizir” dejó una banderilla a la media vuelta, de una labor que al final resultó breve. Mató de pinchazo y estocada trasera y caída, para que le otorgaran una oreja que le protestaron por lo que la regresó, quedando en sólo salida al tercio su labor.

Diego Ventura se enredó y preparó bien la suerte con los rejones de castigo en su primero. La res apretó y colaboró más en la zona de tablas, situación que aprovechó el caballero para realizar galopes a dos pistas, y en los medios irse de frente con banderillas, que las hubo también a pitón contrario, entusiasmando a la asistencia.

Con “Wellinton”, muy torero, instrumentó dos quiebros rematando con piruetas, viniendo una serie de banderillas cortas, una a una, a la media vuelta, y un par de éstas a dos manos, que le celebraron mucho. Como fulminó de manera antológica a la res, se pidieron con fuerza los trofeos.

Ante el que cerró plaza, un burel de bonitas hechuras y espectacular de pelo, de salida se rajó al sentir los hierros, sacando mejor condición con banderillas, donde lo más torero, y bullidor, lo hizo en lomos de “Nazarí”, un fuerte caballo y con mucha personalidad con el que hizo galopes a dos pistas con la cara hacia a los medios, llevando muy ajustado al animal, y dejando banderillas de frente y a pitón contrario al estribo, muy aplaudidas.

Vinieron las banderillas cortas y un certero rejón que le permitió el corte de los máximos trofeos, quizá un poco exagerado el rabo.