Después de una votación reñida, en la que participó actívamente el público asistente, el matador Israel Téllez se adjudicó el trofeo concedido al triunfador en al corrida celebrada hoy en El Coliseo Centenario de Torreón, donde Alfredo Ríos "El Conde" fue el otro torero que cortó oreja durante este festejo nocturno.

Paco Dóddoli recibió al primero de la noche para torear a la verónica. Con la muleta faena empeñosa por ambos lados quedándose muy quieto y aguantando las embestidas; escuchó un aviso para retirarse en silencio.

Con el segundo de la tarde, El Conde toreó a la verónica atemperando las embestidas del animal y rematando con revolera. Su faena de muleta plena de inteligencia torera para ir metiendo al enemigo al engaño y torearlo con temple y suavidad al son de la filomena, deja una estocada hasta las cintas que le valió cortar una oreja con la que dio la vuelta al ruedo.

José Luis Angelino recibió a su enemigo con verónicas para rematar con media y, posteriormente, cubrir el segundo tercio sobresaliendo el tercer par en tablas. Inició con un escalofriante péndulo en los medios; tandas de mucho aguante que prenden el entusiasmo y el tlaxcalteca  jugándose la vida toreando muy reunido poniendo a la afición al filo de sus asientos; lamentablemente fallo con la espada para que todo quedara en salida al tercio.

Recibe de hinojos Israel Téllez, con una larga, al de Real de Valladolid, para luego torear a la verónica con quietud y temple escuchando sonoras ovaciones. Muleta en mano da muestra de su torerísimo con muletazos de mucha calidad por ambos lados, ante un toro que exigía el carnet, pero Téllez  tiene valor y muchas ganas de ser figura del toreo y así lo dejo plasmado en el ruedo del Coliseo Centenario; luego de un pinchazo deja una gran estocada para cortar una oreja de peso.

El lugar de honor correspondió a Pepe López, que dio una muestra de entrega en todo su trasteo aguantando ls descompuestas embestidas de su enemigo luego de un pinchazo dejó una buena estocada pero el toro se amorcillo para finiquitar su actuación con descabello.

Cerró el festejo un toro castaño, al cual recibe el ibérico Sergio Cerezos con verónicas para rematar con revolera; con la pañosa estuvo insistiendo ante un toro que nunca se entregó y espiaba mucho al torero, al torear por naturales el toro le echo mano pegándole un puntazo y volteándolo de fea manera para mandarlo a la enfermería. Mató el toro Paco Dóddoli.