El último toro lidiado en la Feria de Jalos 2011 dio oportunidad a un cerrojazo triunfal y se fue al destazadero sin las orejas y el rabo, pues su lidiador, el hidrocálido Joselito Adame, le bordó el toreó y con ello se convirtió este martes en el máximo triunfador del serial alteño.
El extraordinario ejemplar de la ganadería de San Marcos, bautizado como "Cayas", con 490 kilos, permitió el triunfo del torero de Aguascalientes, quien se agenció en total tres orejas y un rabo, mientras que el rejoneador Diego Ventura cortó una.
Aldo Orozco escuchó palmas en su primero y dos avisos en su primero, y fue por sus fallas con el acero que perdió toda posibilidad de tocar pelo, pues con los trastos se había ganado por lo menos una oreja en cada turno.
Joselito Adame se prodigó con este cierraplaza al que realizó una faena variada y completa de capote, banderillas, muleta y espada, pues además lo reventó de un estoconazo hasta las cintas en buen sitio, lo que le valió que el público, que llenó el graderío de la plaza "Fermín Espinosa", exigiera al juez de plaza que le otorgaran los máximos trofeos.
Al del triunfo lo recibió con una larga cambiada de rodillas, para incorporarse y lancear cadenciosamente a la verónica. Le realizó un ajustado quite por chicuelinas que empezó a caldear el ambiente. Luego, Adame pidió los palos y clavó dos buenos pares de banderillas. Con la muleta abrió su repertorio con estatuarios para luego liarse a torear por la derecha en ajustados derechazos.
Probó al buen sanmarqueño por el lado izquierdo y también le dibujó naturales de cara factura. El público, cuando el ruedo era alumbrado por la luz artificial, se despabiló de una tarde sin mayores triunfos y demasiado polvo, por la falta de riego en el ruedo.
El sanmarqueño fue a más y Adame estuvo a la altura, creciéndose y recreándose en cada tanda. Para el final de la faena, el público empezó a pedir el indulto del astado. Pero Joselito, luego de consultar al juez, se tiró por derecho para cobrar una certera estocada que le valió los máximos trofeos. Con los premios en las manos, Joselito dio vuelta al ruedo con los ganaderos Ignacio García Villaseñor y su hijo Ignacio García Vivanco para luego ser alzado en hombros.
Con su primero, Joselito había cobrado una meritoria oreja tras enfrentar a un alto y bravo ejemplar, al que le extrajo pases de calidad y mérito. Lo despenó de una media mortal para ganarse una oreja por petición mayoritaria.
Ventura estuvo vistoso con su primero, de la ganadería de Montecristo, pues lo toreó con temple y recorriendo el anillo completo de costado. Clavó en todo lo alto banderillas largas, cortas y las rosas entre el entusiasmo del público. Se tiró a matar defectuosamente y tuvo que descabellar, por lo que se retiró en silencio.
Con su segundo emocionó a los festivos parroquianos montando a "Triana", "Revuelo" y a "Morante", para terminar dando muerte al de Montecristo con "Califa", para recibir una oreja que fue ligeramente protestada por un sector del público.
Orozco se mostró entregado en todo momento y se llevó lo malo de los de San Marcos, pues su primero fue deslucido y terminó rajado y su segundo se paró muy pronto y para colmo lo pinchó en demasía para escuchar dos avisos. Pero su toreo ahí quedó, para beneplácito de los asistentes.
Jalostotitlán, Jal.- Lleno en tarde soleada con algunas ráfagas de viento. Dos toros de Montecristo para rejones, justos de presentación y juego desigual, y cuatro de San Marcos, bien presentados y de variado comportamiento, de los que destacó el 6o., que tuvo petición de indulto. Pesos: 440, 490, 505, 450, 475 y 490 kilos. Diego Ventura: Silencio y oreja con algunas protestas. Aldo Orozco (marfil y oro): Ovación y silencio tras dos avisos. Joselito Adame (verde y oro): Oreja y dos orejas y rabo.