Edgar Badillo (foto) y Ricardo Frausto cortaron sendas orejas en la novillada celebrada esta tard en la plaza "La Paloma" de Puerto Vallarta, donde también actuaron Paco Vivanco y Alejandro Corona, con ejemplares de la ganadería de Puerta Grande.

Abrio el festejo el novillero capitalino Paco Vivanco, ante un buen astado que por desgracia no tuvo  torero frente a él. Paco está fuera sitio, se ve que ha toreado poco pero tampoco se le vieron las ganas de sobresalir que todo novillero debe tener.

Le faltó estructura a su faena, dio pases por todos lados sin ligazón, sin aguantarle a su novillo. Entre indecisiones mató de varios pinchazos hasta escuchar dos aviso y al final se dio una vuelta al ruedo por su cuenta.
 
Se despedia de novillero Alejandro Corona, de Morelia. No podemos decir que su actuacion de este dia fue una despedida feliz, ya que por desgracia se le vio sin sabor ante un novillo que no tuvo transmisión. A su favor tenemos que decir que tiene sitio, que está puesto y que tiene valor de sobra, pero en ocasiones se le ve frío.

Esperamos que ya como matador recupere el sueño de figurar a niveles altos, ya que creemos que puede hacerla. Con la muleta tuvo destellos de calidad por ambos lados; se tiró a matar dejando tres pinchazos para que la gente lo sacara a saludar en el tercio.
 
Venia por su tercera tarde el novillero Ricardo Frausto y una vez mas se llevó una oreja. En esta ocasión se enfrento a un novillo difícil, que se ponia por delante, picoso y muy astifino. El joven coleta aprobó con nota sobresaliente este examen, pues no se amilanó y toreo bien con el capote haciéndose de el astado.

Con la muleta tiene valor y muy buenas maneras, tandas por ambos lados sobresaliendo pases con la derecha, adornos muy toreros, estructurando su faena y pensando en la cara de su novillo que al final se entregó, realizando una faena completa que remató con un estoconazo hasta la empuñadura para que inmediatamente se le entregara una merecida oreja.
 
Cerró el festejo el  jovencito de 16 años Edgar Badillo, al que ya vimos con ganas de agradar en otras ocasiones. Pues el zacatecano se llevó "el gato al agua" esta ocasión, ya que le correspondio el mejor novillo de la tarde, con calidad y nobleza. Con el capote toreó por veronicas bien rematadas y posteriormente puso banderillas.
 
Ya con la muleta se dio gusto toreando por ambos lados; el novillo arremetíaa con mucha calidad, le dio su distancia, se puso en el lugar donde el astado quería; inteligente faena y variada. Pinchó en dos ocasiones y aún así el publico pidió la oreja, que paseó contento al final del festejo.