El banderillero Rubén Ávila, de la cuadrilla de El Pana, comenta el percance sufrido ayer en Guadalajara y cómo se siente 24 horas después de haber sido operado por los servicios médicos de la plaza "Nuevo Progreso", que dirige el doctor Víctor González Camarena.

-¿Cómo te sientes?

-Un poco dolorido pero animado y con ganas de salir pronto del hospital.

-¿Qué te ha dicho el médico?

-Que son cornadas limpias, afortunadamente. Aquello pudo haber tenido consecuencias fatales.

-¿Dónde se localizan?

-La primera en el muslo izquierdo; tengo otra en el pecho a la altura de la axila izquierda; otra en la zona lumbar, que fue cuando el toro hizo por mí y me levantó por la espalda; y la última en la pantorilla izquierda.

-¿Cómo recuerdas el percance?

-El piso estaba un poco flojo y húmedo. Iba a llevar al toro al burladero de aguantar para que pudieran salir los picadores, y después de que le di dos lances al toro, corriendo hacia atrás, ahí me resbalé y fue cuando el toro me echó mano.

-Y seguramente aquellos segundos te parecerían una eternidad...

-Así es. La verdad es que cuando estás en una situación similar te pasan por la cabeza muchas cosas. Lo único que quería era que me soltara, pues me volvió a levantar del suelo una segunda vez.

-¿Cuántos percances tienes en tu carrera?

-El próximo 27 de abril cumplo veinte años como banderillero y sólo tengo tres cornadas. También he sufrido algunos otro golpes fuertes, volteretas y rotura de costillas, de menor gravedad.

-¿Cuándo saldrás del hospital?

-Hace rato me dijo el doctor que me quiere mantener en observación, y los más probable es que me den de alta el miércoles por la mañana. Viajaré a México y me pondré en manos del doctor Jorge Uribe, que es el médico de cabecera de nuestra agrupación.