Muy esforzados, aunque erráticos con la espada, estuvieron los toreros de la tierra Jorge Delijorge y Antonio Romero en el mano a mano que sostuvieron esta tarde en la Monumental de Zacatecas, pues fueron ovacionados.
Abrió la tarde Delijorge y lidió a "Capirote", al que recibió con farol de rodillas, para después cumplir con el capote. Brindó su faena a Rafael Flores Mendoza, presidente municipal de Guadalupe. El toro el inicio de la faena marcó su territorio en la querencia natural, por lo que el torero de la tierra fue en su búsqueda. Comenzó su trasteo de buena forma, pero el toro envistió de manera incierta, sin ya nada por hacer, un Delijorge sobrado de facultades y con actitud se tiró a matar en tres intentos para acertar con el descabello.
Con su segundo, "Alebrije", un toro negro lucero y axiblanco, al que saludo con tres verónicas y una vistosa media, después se adornó en un quite por chicuelinas antiguas. También realizó un quite el sobresaliente Juan Francisco Hinojosa quien lució por gaoneras. Brindó la muerte del astado a los empresarios de Zacatecas, Tierra de Toros, Manuel Fernando Sescosse, Juan Enríquez Rivera, y Felipe Pescador Ávila.
Con la pañosa sometió al de Rosas Viejas, que fue un toro de envestida franca, sobre todo por el pitón derecho. Bajo los acordes de la "Marcha de Zacatecas" se enrazó con un moliente, sin embargo, ahí quedó todo, pues el toro ya no colaboró. Lió la muleta, montó el estoque y en la suerte natura pinchó soltando el estoque, para dejar al segundo viaje una estocada tendida pero de efectos fulminantes.
Con el quinto de la tarde, "Revenido", Delijorge se abrió con una larga cambiada de rodillas para después saludar discretamente. En el segundo tercio invitó a su compañero de cartel a banderillear, ambos se adornaron. En su trasteo tuvo una faena variada, voluntarioso ante un toro que le permitió, pese a que no fue franco en la envestida. Con la oreja en la espuerta, malogró con el acero y se retiró ante los aplausos del respetable que realizó una decorosa entrada.
Antonio Romero abrió con "Peregrino", un toro complicado que simplemente no se dejó, cortó por lo sano y también falló con el acero hasta escuchar un recado de la autoridad.
Con el cuarto de la lidia ordinaria, "Ricachón"la historia fue otra, pues lo recibió con dos faroles de rodillas que remató con una tafayera. También se adornó con pintureras verónicas que desgranaron los olés en el tendido. Cubrió de manera sobrada el segundo tercio, y después ya con la franela el toro se aquerenció, pese al esfuerzo que hizo el torero por sacarlo con muletazos de tirón. El zacatecano se mostró empeñoso pero ya no tuvo tela de donde cortar.
Con el sexto de la tarde, que llevó por nombre "Guadalupano", saludó con el capote con verónicas y bordó un quite por chicuelinas, con las banderillas correspondió la invitación de Delijorge, por lo que ambos se adornaron con los palitroques.
En la boca de riego comenzó con un escalofriante cambiado por la espalda, pero la faena se vino a menos y también falló con el acero.
Regaló a "Diego", de la ganadería de Marrón, un toro que le permitió estar en sitio, pero otra vez la espada se convirtió en el verdugo de la tarde, y los posibles trofeos se fueron, escuchó los tres avisos; el toro rodó con puntilla tras el anuncio de la autoridad.
Al término del festejo no se declaró triunfador, por lo que la pugna por el trofeo se declaró desierta.