César Ibelles paséo la única oreja que se concedió este sábado en la inauguración del cuarto serial novilleril en el cortijo "Los Ibelles", donde se vivió un festejo con matices interesantes por parte de los alternantes que partieron plaza.

El novillero de casa sigue dando muestras de sus avances, pues logró someter las peligrosas embestidas del novillo de Julio Moreno que le correspondió en suerte y terminó redondeando con variados adornos. Mató de estocada entera y se le concedió un trofeo.

Carlos Peñaloza estructuró una faena de menos a más ante el segundo de la tarde, haciendo gala de toda su afición pero también dejando ver que aún está muy verde en estos menesteres. Cuando quizá pudo haber tocado pelo, se pudo pesado con el acero y hasta la tocaron dos avisos.

Una decorosa actuación tuvo Manolo Sánchez Mejía, en la que toreó bien de capote y consiguió buenos muletazos, aunque se pasó un poco de faena. La estocada que logró, no fue suficiente para que su enemigo doblara, por lo que tuvo que hacer uso de nueva cuenta del acero hasta en dos ocasiones, además del descabello.

El español Lorenzo Sánchez enfrentó al mejor astado del encierro y cuajó una faena variada y alegre, en la que se relajó tanto que, en un descuido, sufrió tremenda voltereta. De no haber fallado con la espada, pudo haber cortado la oreja.

El becerrista Sebastián Ibelles, nieto de Raúl Ibelles, abrió el festejo lidiando un becerro a la usanza porruguesa, pues no lo mató. Bonitos detalles dejó el chaval, que fue ovacionado con fuerza tras terminar su labor.