Dos orejas cortó esta tarde el diestro norteño Óscar López Rivera en la corirda celebrada en Ciudad Juárez, Chihuahua, mientras que Guillermo Martínez paseó un tofeo, al igual que el español Roberto Galán
Después del paseíllo se hizo entrega del trofeo "Efrén Acosta Baray", a un distinguido taurino, don Manuel Peña, por toda su labor que ha realizado por la fiesta en esta frontera y fue entregado personalmente por el mismo maestro de la vara.
Oscar López Rivera, recibió al primero de la tarde con una serie de verónicas muy bien ejecutadas. El astado se prestó para ser lidiado por ambas manos, realizando una faena con mucha cadencia. Al entrar a matar, da un pinchazo para después ser cogido aparatosamente sin consecuencias.
Su segundo enemigo salió al ruedo y lo recibió con un farol de rodillas, para continuar con lances a pies juntos y rematar con una media. Nuevamente el toro se prestó el astado ser toreado por ambas manos, realizando un bonito trasteo.
Al termino de la feana, López Rivera realizó una tanda de derechazos en la cuál el torero resolvió la situación ya que el toro lo buscaba a él; mató de una gran estocoda cayendo el toro sin puntilla, recibiendo dos orejas, fuertemente a petición del público.
Guillermo Martínez recibió primero de su lote con unas verónicas muy bien marcadas y rematando con una media; él mismo llevó al toro al caballo, siendo el picador jalisience Bernardo Hernández quién realizó un gran puyazo y así recibir los aplausos del público; también destacó nuevamente como la semana pasada el banderillero Rafael Zenón Romero, que fue fuertemente aplaudido.
Martínez empezó su faena con trasteos por abajo y continuar con dos tandas de derechazos y volcarse la muleta a la izquierda y realizar una gran faena; desafortunadamente perdió el trofeo por pinchar en tres ocaciones para después matar de media estocada, pero aún así el público lo ovacionó.
El segundo enemigo del diestro de jalisco salió salió cojeando de los cuartos traseros; hubo expectación que posiblemente estaba acalambrado y la lidia siguió hasta recibir un puyazo y no se compuso y fue sustituido, pero en este punto se cambió el orden de la lidia, ya que el diestro Guillermo Martínez, lidió al último de la tarde.
El sobrero fue de San Miguel Mimiahuapan; no cabe duda que fue el toro y la mejor faena de la tarde y que oficio del torero, repitiéndose lo que pasó la semana pasada con el diestro José Mauricio, que con una oreja realizó la mejor faena de esa tarde.
Guillermo empezó su faena con un farol de rodillas y así continuar por verónicas; nuevamente se realiza un gran puyazo y en esta ocación de Juan Cobos y que a pesar de haber recibido un tumbo fue muy ovacionado. En el quite, el torero realizó una caleserina que tal vez muchos de los espectadores no la apreciaron.
Antes de continuar con el último tercio, el diestro de Jalisco se dirigió a barrera de sol e hizo bajar a primera fila para brindarle el toro al maestro de la vara, Efrén Acosta Baray, en reconocimiento a su carrera y por estar el torero presentándose en su tierra.
La faena de muleta empezó con derechazos muy largos; fueron cuatro tandas con esa diestra y pasarse la muleta a la izquierda, conjugando unos naturales enormes ante la nobleza del astado. Desafortunadamente dio un pichazo para después cuajar un gran estocanazo, que pudo ser de dos orejas o tal vez rabo, quedando solamente con un trofeo.
Roberto Galán, hizo su presentación con unos faroles de rodillas y continuó con bonitos lances de verónicas; llevó al toro por navarras y otro gran puyazo, éste del picador Cruz Prado, siendo muy ovacionado.
Su faena fue siempre derechista, realizando muy buenas tandas, mató de estocada, habiendo petición de oreja muy fuerte que no fue concedida y los presentes lo sacaron al tercio, para después que diera la vuelta al ruedo.
Su segundo salió acalambrado y los presentes empezaron a gritar fuera, fuera, de hecho los presentes aventaron al ruedo vasos y botellas de plástico, al momento que era picado.
Su faena de muleta siempre fue derechista, pero en alto, ya que el astado siempre embistió con su cara en alto. El toro se fue quedando y la poca labor que hubo la hizo el torero por sus ganas de triunfo ya que el astado no iba ala muleta. Galán obtuvo una oreja por la extraordinaria estocada que realizó.