Interesante resultó la corrida de rejones celebrada en "Las Playas", de Tijuana, con la que se comemoró su 50 aniversario, siendo Jorge Hernández Gárate y Pedro Louceiro III los triunfadores, luego de llevarse dos apéndices en su actuación por colleras.

La corrida, como era de esperarse, inició con un merecido homenaje a quien lleva precisamente 50 temporadas transmitiendo en directo desde la plaza y haciendo la crónica para la televisión, radio y diversos medios impresos, y sobre todo, siendo una pieza fundamental y  muy reconocida por la afición de Tijuana: Valeriano Salceda "Giraldés".  

Otros homenajeados fueron José Guzmán "Don Chepe" y su hijo José Guzmán "El Tío", quienes han fungido como guardaplazas desde que la Monumental fue inaugurada hace medio siglo.

En el ruedo, lo más destacado lo hicieron, toreando por colleras, Jorge Hernández y Pedro Louceiro III, al desorejar al quinto de la tarde, “Mayor”. El toro fue emotivo y los rejoneadores más, pues se acoplaron y conjuntaron una gran faena, siempre dejando ver la alta escuela de sus cabalgaduras.

Desde un inicio se vio ese acoplamiento clavando rejones de castigo para dejar muy suave el de la vacada de Rafael Mendoza. Banderillearon espectacularmente montando Jorge a "Picasso" y Pedro a "Sinatra", caballos de gran  presencia en el ruedo. Para concluir la faena, Jorge Hernández clavó un certero rejón de muerte que hizo que el toro rodara sin puntilla y que se otorgaran las dos orejas. Al toro se le concedió un arrastre lento.

En estos tiempos, pocas corridas se han visto en la ciudad en donde el público salga tan emocionado, y eso gracias a que Jorge Hernández, Pedro Luceiro, Gastón Santos y José Corral, dieron el todo y más.

El público vio algo nuevo, distinto y sobre todo, estilos diferentes. Los rejoneadores en todo momento se esforzaron por agradar e ir más, sin duda hubo una gran competencia entre ellos y eso hizo que el espectáculo fuera creciendo.

Lo único desafortunado de la tarde fueron las fallas con el acero, pues de no ser así, de la corrida de Rafael Mendoza,se hubieran desorejado al menos cinco de los seis magníficos ejemplares que envió.

Los que también dieron la nota alta de la tarde, fueron la valentísimos Forcados de Mazatlán. Se jugaron la vida e hicieron seis pegas de formidable ejecución, el público los ovacionó en cada toro y dieron merecidas vueltas al ruedo.