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Ortega detiene el tiempo en Guadalajara

Domingo, 23 Nov 2025    Guadalajara, Jal.    Felipe Aceves | Foto: Sierra           
Cuajó una actuación en la que toreó muy despacio y cortó una oreja
Como una montaña rusa nos transportaron toros y toreros, a través de una corrida que, si bien –excepción hecha del último toro de la tarde– no tuvo la presencia que suele presentar en la "Nuevo Progreso" el hierro queretano de Los Encinos, si tuvo finura en sus hechuras. Se podría –eso sí– achacar el "pero" de la falta de fuerza, en términos generales.

Destaco la faena de Diego Silveti al toro que abrió plaza. Si bien, abanto, no se prestó para torearle con el capote, luego de un breve castigo, Diego realizó un quitazo por gaoneras echándose el capote a la espalda y toreando con el compás abierto. Excuso decir la celebración de la concurrencia.

En el tercio de muerte, "Oyepoco" rodó por la arena, pero el de Irapuato aportó inteligencia y paciencia para darle su tiempo al de Los Encinos. El público identificó los planes de Silveti y le tributó una ovación de reconocimiento.

Con torería se enredó en series templadas, tanto por derecha como con la mano zurda, para llegar al clímax de una serie con la diestra, muy templada, a media altura. Culminó el trasteo con detalles de buen gusto, molinetes, remate y una tercia de dosantinas que pusieron de pie al cotarro. Ya con el estoque, momentáneamente se deshizo del mismo para realizar bernadinas. Luego vino el pinchazo, una entera y una ovación muy calurosa en el tercio.

El segundo de su lote, de tan débil, francamente no embistió. Ni un poquito. Fue aplaudido con mucho cariño al despedirse del ruedo.

El sevillano Juan Ortega, la verdad sea dicha, por momentos detuvo el tiempo en esta plaza. Fue la faena al segundo de la tarde una faena muy redonda, pero con el quinto de la tarde, un toro que por sus condiciones de fuerza embestía –sólo si se le aguantaba– muy despacio, aunque sin continuidad.

Pues con ese toro sucedieron momentos de gran emoción, particularmente una serie por la derecha en un ritmo francamente inverosímil: de tan despacio que pareció que el toro se paraba y le echaba mano al torero ¡Qué muletazos más emocionantes! La plaza rugía y Juan Ortega lo disfrutaba. Sí, fueron muletazos aislados, pero de gran emoción. Ortega se tiró sobre el morrillo para dejar media estocada en gran sitio.

A decir verdad, por la no continuidad, quizá no era para oreja, pero fue tan unánime la petición, que el palco, reglamentariamente cumplió con su cometido.

Ya la faena de Juan a "Guantero", segundo de la tarde comenzó con lances fundamentales muy templados, acompañados con la cintura que fueron muy jaleados. Luego de, prácticamente, sólo señalar un puyazo, vino un sabroso quite por mandiles.

El brindis fue para el maestro César Rincón, quien recibió una sonora ovación.
La faena comenzó con el torero cogido de las tablas, para acto seguido, con detalles de mucha finura llevar al toro al terreno de los medios. Lo que siguió fue una sinfonía de bien torear en la que nos deleitamos, particularmente, con un muletazo en redondo que fue eterno, en tiempo y espacio.

Redondeó Ortega su trasteo con pases por bajo con la rodilla flexionada. Luego al momento de perfilarse a la suerte suprema, no había manera que "Guantero" cooperara. El público tuvo –y le exigió al hispano– paciencia, por desgracia el tiempo corría. Tuvo que tirarse a matar el torero, para dejar un pinchazo y una estocada entera.

Fuerte petición –que no unánime– del trofeo, pero sí, la afición tapatía llamó a Juan Ortega a dar una clamorosa vuelta al ruedo.

Hoy, un torero consentido de Guadalajara, quien por cierto conservó dicho status bailó con la muy fea de la tarde. Claro, si algo no faltó en la actuación de Diego San Román fue su proverbial entrega. A "Cumplido", primero de su lote, le realizó un ajustadísimo quite por saltilleras, con la muleta le tragó a un astado que le dio por calamochear y quedarse corto.

Al cierra plaza, el toro más serio de la temporada, San Román lo recibió con verónicas de rodillas. Esto acabó por prender el cerro. Desgraciadamente, para el tercio de muerte, mientras retenían a "Eleno" en un burladero. Éste remató solito, de tan fea manera que se partió el pitón izquierdo, desde la cepa. Adiós faena y adiós triunfo. Diego, atinadamente abrevió.

Cuando se despidió, el público, definitivamente fue muy cariñoso con Diego San Román.

Para el próximo domingo 30 de noviembre, la empresa anuncia un encierro de Peñalba para el queretano, Octavio García "El Payo", la figura peruana Andrés Roca Rey, y el gran compromiso del lagunero Arturo Gilio.

Ficha
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Corrida de toros. Media plaza en tarde calurosa. Toros de Los Encinos, ligeros de romana, finos de tipo, con edad, armados acordes a su condición, de los que destacó el 6o., que fue aplaudido de salida. Pesos:  490, 475, 472, 475, 505 y 550 kilos. Diego Silveti (obispo y oro): Ovación y silencio. Juan Ortega (grana y oro): Vuelta y oreja. Diego San Román (burdeos y oro): Ovación y silencio. Incidencias: Gerardo Angelino y Joel Delgado saludaron sendas ovaciones, tras dejar buenos pares al 3o.


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