Con la noche un tanto cuesta arriba por la molestia que tenía el público tras la lidia del primer toro de su lote, con el que escuchó dos avisos, Emilio tuvo que sobreponerse y fue capaz de darla la vuelta a la adversa circunstancia al encontrarse con un ejemplar que tuvo calidad y fue repetidor en sus embestidas.
Y desde que se abrió de capote consiguió deletrear el toreo a la verónica, siguiendo en el mismo nivel cuando llevó al toro al caballo con chicuelinas al paso, mismas que ejecutó con natural elegancia.
Su trasteo se caracterizó por la calidad desde el inicio con ayudados por alto, seguidos de toreo por ambos pitones, haciendo que el público reaccionara de mejor manera, entregándose al torero cuando terminó su labor de tres cuartos de espada que bastaron, y así fue como le dieron dos orejas después que el toro fue premiado con arrastre lento.
Ante el segundo de la función que fue protestado de salida por su falta de trapío y durante todo el primer tercio, nada le agradecieron a Emilio, quien se desenvolvió bien en una faena que no le tomaron en cuenta. Aunque el espadazo que dejó no surtió efecto, luego se dio a pinchar hasta escuchar dos avisos y los pitos del público, tanto para él como para el toro.
Sergio Flores consiguió algunos lances aceptables ante su primero que recibió un puyazo discreto; el segundo tercio se cambió con apenas dos pares y en la faena de muleta hubo algunas buenas series por ambos perfiles con acompañamiento musical. Mató de una estocada tendida y desprendida y fue premiado con un apéndice.
Ante el que cerró plaza, que se ponía por delante y fue complicado, no había mucho que hacer, y luego de torearlo de trámite con el capote, con la muleta le hizo una faena de aliño que culminó de una estocada desprendida para escuchar algunas palmas.
José Luis Angelino se llevó en el sorteó un primero toro que también fue protestado de salida por su escasa presencia. Lo recibió con dos largas cambiadas de rodillas en tablas, a las que agregó otros lances sueltos, algunos de buena factura. Pedro López se lució en el puyazo que le ovacionaron al abandonar el ruedo.
Le pidieron que banderilleara a Angelino, lo que hizo en compañía de su hermano Gerardo, y la gente agradeció su voluntad en los dos pares que puso. Con la muleta realizó una labor empeñosa por ambos pitones que le festejaron. De pronto, el astado se fue a tablas y el torero buscó entonces la igualada para oficiar con el acero, dejó una estocada atravesada teniendo que recurrir al descabello y fallando, por lo que tuvo que volver a entrar a matar. Vinieron dos avisos y se retiró en silencio.
Al toro de su despedida lo recibió a su segundo en los medios, de rodillas, y tuvo que tirarse a un lado para no ser arrollado cunado ejecutó una larga cambiada. Ya puesto en pie hubo buen toreo con el percal y el público se lo jaleó. La labor del piquero fue apenas de trámite y nuevamente tomó los palos invitando a su hermano Gerardo, en un gesto fraterno y habilidoso que le granjeó las palmas del público.
Brindó la muerte del toro a Emilio de Justo, y comenzó a torear de rodillas con el fondo musical de "Las Golondrinas". Angelino estuvo dispuesto pero sin que su faena levantara el vuelo. Terminó de media estocada delantera y varios golpes de descabello para escuchar algunas palmas. Posteriormente, salió al tercio y dio una postrera vuelta al ruedo cobijado del cariño de la gente en esta tarde de su retirada de los ruedos.