"Bacachito", tercero en el orden de lidia, fue un negro entrepelado -el de más romana del encierro, con 535 kilos-, que salió abanto, clásico del encaste mexicano, pero que luego metió muy bien la cara en el capote de Gutiérrez. El toro acudió sin remilgos a los picadores, y el quite fue de tres gaoneras de alarido, con un remate al soltar una punta del capote, ovacionado por la plaza entera.
Tras el bien cubierto segundo tercio de banderillas y sin preámbulos, Gutiérrez se fue al centro del ruedo, sitio en el cual desarrolló su faena. Siguieron varias tandas, particularmente por el lado izquierdo, entre ovaciones, por la tersura de sus trazos.
El de Teófilo Gómez, como los toros bravos, no fue una perita en dulce. Bravo, codicioso volví en un palmo de terreno, para encontrarse la muleta mandona del torero. Cuando estaba el público entregado guardó un impresionante silencio a la hora de matar; por desgracia fueron cuatro pinchazos, una estocada entera y tres golpes con el descabello. A pesar de sus fallos con los aceros, fue llamado al tercio para recibir una gran ovación, y el toro un merecido arrastre lento.
Cerró plaza "Chava", un cárdeno bragado, veleto, astiblanco y astifino que, desgraciadamente no estaba sobrado de fuerza. Pero el de Aguascalientes lo llevó muy templado, para corregir un incómodo cabeceo que el temple y su mando arreglaron. El clímax fue un par de bernadinas que abrocharon el trasteo y que la plaza aplaudió con entrega, antes de que llegara un desastre con los aceros, pero a pesar de los pinchazos, la plaza le llamó a recibir otra ovación en el tercio, muestra inequívoca del calado que dejó su toreo entre el público tapatío.
Era evidente que la parroquia estaba a la espera de la ratificación del triunfo histórico de este último 28 de septiembre, ante toros de Ordaz, del mexiquense, Ernesto Javier "Calita". Y por supuesto que el torero vino con esa convicción. Tan es así, que a sus dos ejemplares los recibió de rodillas a porta gayola.
Cobijado por la ovación del público avanzó a la puerta a recibir, de hinojos en el terreno de los medios a "Buen Amigo", el único del hierro de Villacarmela que hoy se lidió. Ya de pie cuajó una muy jaleada serie por verónicas, llevó al toro por mandiles a la jurisdicción del piquero. Vino otro muy ovacionado quite por chicuelinas. La concurrencia estaba con el torero,
Para comenzar el tercio de muerte, Calita se colocó en el tercio de tablas, a la izquierda del burladero de matadores. Las altas expectativas y el optimismo se respiraban en el ambiente. Pero el toro remató tan fuerte en el burladero de matadores, que se partió el pitón derecho desde la cepa. Incluso, a consecuencia del fuerte impacto, el de Villa Carmela rodó por la arena. Nada qué hacer, Ernesto Javier trató de llevar a cabo alguna labor, pero la concurrencia rechazó el intento y, ni modo, a despachar un toro que mostró muchas cualidades.
El segundo de su lote, "Luminoso", un astado negro, astiblanco, también lo recibió de hinojos en la puerta con una larga afarolada y otras dos en el tercio. El de Teófilo Gómez fue noble, humillado, obediente, fijo, aunque para destacar el buen trasteo, le faltó un punto de raza. Se eternizó Calita con los aceros, hasta escuchar un bocinazo del biombo. Aún así, la gente le despidió con cariño. Este torero entró ya en el gusto de los aficionados tapatíos, aunque sí, seguro van a apretarle en su próxima actuación. Así es Guadalajara.
Alejandro Talavante hoy no lo pasó bien. Al primero de la tarde lo pasó de castigo -la sangre chorreaba hasta la pezuña- y no tuvo fuerza para el buen toreo del extremeño, por lo que su lidia no trascendió en absoluto.
Al segundo de su lote, "Cierra Puertas", un colorado cinqueño, ligero de romana, pero serio por delante, le faltó fuerza para embestir con interés y la gente se metió fuerte con el hispano. Por si no fuera suficiente, el torero estuvo deficiente con los aceros: pinchazo, entera defectuosa y dos golpes con la corta, en una actuación para el olvido.
La temporada de Guadalajara hará una pausa y se reanudará hasta el próximo domingo 2 de noviembre, con un cartel compuesto por el español Borja Jiménez, y los aguascalentenses Juan Pablo Sánchez y Leo Valadez, con toros de Las Huertas.