Una tarde de mucho aprendizaje para los toreros actuantes hoy en la "San Marcos", con novillos que pusieron a prueba el valor y la destreza durante el desarrollo de la lidia, viviendo algunos momentos de tensión y otros más de entrega, donde Daniel Prieto dio la única vuelta al ruedo de la novillada de este domingo.
Escuchar las opiniones vertidas por parte de la afición resulta siempre por demás interesante, los puntos de vista que tienen respecto a cada festejo, para saber cual es el pensar de quien paga su boleto, al término de la novillada se podía escuchar de todo, algunos reconocían el valor de los novilleros, otros contentos con el juego de los novillos de El Greco, otros más hablando de lo poco toreados que están los coletas, y algunos más retirando a los seis novilleros actuantes, eso es lo bonito de la Fiesta, que todos tienen percepción diferente de lo que acontece en una tarde de toros, lo cierto es que en esta novillada, los actuantes tenía una sola carta para demostrar de qué están hechos.
El novillo fue andarín, acometió con bravura, pero era áspero, bien puesto por delante, el torero le echa raza para tratar de ligar tandas que agraden al aficionado. Algunas ráfagas de viento lo dejaron al descubierto mientras toreaba por el derecho, recibiendo una voltereta de la cual se sobrepuso a la brevedad. Entró a matar aprovechando el viaje del novillo dejando estocada entera.
Jaime Navarrete intentó el toreo por verónicas, pero el novillo echaba los cuartos delanteros por delante, embistiendo con brusquedad. Con el capote por la espalda para el quite, el novillo acometió pero para arrollarlo, se incorporó para ejecutar caleserinas hasta perder la capa.
Toreando por doblones lo sacó poco más de las líneas del tercio, el novillo también fue bravo pero exigente, había que ganarle la intención y darle el toque brusco, o imponía condiciones el torero o el novillo, una vez que se sintió podido el ejemplar de El Greco, tiraba un gallafonazo al final del muletazo. Se entregó en la suerte suprema consiguiendo una estocada entera pero contraria.
Ovacionado a su salida resultó el tercero de la tarde, un ejemplar que podía ser lidiado en una corrida de toros en alguna otra plaza de menor categoría, Enrique Melchor de hinojos lo recibió en los medios de rodillas para una larga cambiada, luego el novillo hizo algunos extraños, como no acudir al engaño, mientras bregaba perdió el capote y el de El Greco lo sintió, haciendo por el novillero que tratando de resguardarse en el callejón, corrió hacía las tablas mismas que al brincarlas el novillo remató en ellas, por fortuna partió la madera y no la pierna de Melchor.
El astado era tan alto que sobrepasaba las tablas, un panorama complicado se veía, pero Melchor tenía las ideas claras, envalentonado y sereno afrontó al bravucón que pedía mando, las tandas no tuvieron el calado esperado, pero por la estructura de la lidia tenía un gran valor lo realizado en el ruedo, centrado el esteta logró una excelente tanda por el derecho.
El cuarto de la tarde también fue ovacionado a su salida por su presencia, imponente, Paco Velasco lo recibió con una larga cambiada de rodillas en los medios y otra más pegado a tablas, ya de pie trató de meterlo en el capote, pero perdió el engaño y cuando el novillo hizo por él, el aspirante Kevin García le hizo un quite de oro. El de El Greco apretó al caballo hasta derribarlo.
El astado acometió con bravura y recorrido, pero exigía mando, Velasco corrió la mano por el derecho, trataba de entender las distancias, luego fue prendido y una vez estando en el albero el novillo hizo por él con fiereza, dejando conmocionado al esteta que fue ingresado a la enfermería, luego regresó al ruedo para ejecutar una última tanda por el derecho, con entrega. La distancia era bastante larga para entrar a matar, pero al final lo hizo recibiendo sin tener suerte.
Gael Castañeda trató de torear de capa a un ejemplar que se quedaba prácticamente en un palmo de terreno. Con la muleta el novillo echaba la cara arriba, defendiéndose, aunque Castañeda lo intentó tuvo pocas opciones, es verdad que está muy verde aún, pero se agradece la disposición. Complicado para entrar a matar, pues el ejemplar de El Greco lo estaba cazando, la afición le recriminó que no entrara confiado.
Pablo Rangel toreó por verónicas jugando bien los brazos. Pero con la muleta el novillo presentó algunas complicaciones que le pusieron la tarde cuesta arriba, el de El Greco estaba muy pendiente del torero quien trató de hacer faena pero no hubo suerte en su quehacer.
Al perder el engaño, el aspirante Kevin García lo asistió y la gente sin respeto alguno por el hombre que en ese momento se jugaba la vida, comenzó a gritar ¡"Kevin, Kevin!", un desatino por parte de una afición que se caracteriza por su correcto comportamiento. Se puso pesado con el acero lo que generó la desesperación del respetable.