Los recientes discursos de dos figuras políticas mexicanas han sacudido el ámbito taurino. El líder sindical Pedro Haces advirtió que, si la Fiesta Brava no se adapta a los tiempos actuales, corre el riesgo de desaparecer. Días después, como si los mensajes estuvieran concatenados, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, se declaró "protectora de los animales", señalando que las corridas de toros podrían someterse a revisión.
Tauromaquia Mexicana (TMX) respondió con oportunidad señalando que los taurinos también somos protectores de los animales y que estamos abiertos al diálogo.
Si bien estoy de acuerdo con TMX en que la tauromaquia es una de las actividades humanas que más respetan el medio ambiente y promueven el bienestar animal, ante semejantes advertencias, no basta con estar dispuestos a dialogar. Tenemos que tomar la iniciativa, realizar reformas y otras acciones puntuales que salvaguarden tanto a nuestro espectáculo favorito, como a los valores inherentes a la fiesta.
En este espacio hemos insistido que es necesario innovar, respetando la esencia de las corridas de toros. Innovar es un mandato que exige la identidad taurina; y ahora puede representar un mecanismo de supervivencia. Si no hacemos cambios acordes con la sensibilidad de la sociedad actual, las amenazas se incrementarán.
Estos cambios deben estar basados en la reverencia al toro de lidia y a la más pura esencia taurina. Desde mi punto de vista, la renovación de la tauromaquia mexicana debe hacer énfasis en dos líneas centrales: Primero, el cambio de los utensilios de la lidia; segundo, certificaciones internacionales sobre el bienestar animal.
Sobre los utensilios
El médico veterinario Julio Fernández, autor del libro "Descubriendo al toro de lidia", ha realizado múltiples estudios en los cuales analiza el comportamiento del toro bravo. Tomando como base sus investigaciones, el doctor Fernández ha presentado evidencia científica para proponer cambios en los adminículos que se utilizan en una corrida de toros: divisa, puya, estribo de la montura de picar, banderillas y espada. Con estas modificaciones, se realza el espectáculo, se cuida al toro y se disminuye la sangre.
Ganaderos mexicanos han realizado pruebas con estos utensilios y avalan que el espectáculo puede mejorarse, con esta modernización. En marzo del 2021 se realizaron una serie de corridas en la Monumental de Zacatecas en donde se probaron estos los nuevos utensilios. Se lidiaron toros de Los Encinos, Boquilla del Carmen, Montecristo y Jaral de Peñas, con resultados prometedores.
Según algunos participantes con los que he platicado, los toreros son los que han mostrado mayor resistencia a los cambios. Ojalá que la advertencia del diputado Pedro Haces los haga entrar en razón. Y si no, que se retiren y le dejen el paso a nuevos toreros más valientes y dispuestos a renovar la fiesta.
Sobre el bienestar animal
No es suficiente decir que "somos protectores de los animales", necesitamos demostrarlo. Y qué mejor que sean organismos internacionales quienes lo certifiquen. Es esencial adoptar una narrativa de "bienestar animal" en lugar de "protección animal", que puede asociarse con connotaciones antiespecistas. Además, debemos evitar términos como "seres sintientes", los cuales provienen de una ideología animalista que va en contra de la filosofía occidental que sustenta la tauromaquia y los valores judeocristianos.
Por esta razón, sería un paso importante que las ganaderías de toros bravos en México obtuvieran avales internacionales, como el Welfair Certificate. Esta acreditación, realizada de forma independiente, validaría las prácticas de crianza bajo estándares de bienestar animal reconocidos a nivel global. De este modo, evidenciaríamos con pruebas y autoridad externa la responsabilidad y el compromiso de la tauromaquia mexicana hacia la integridad y la naturaleza del toro bravo.
Como lo expliqué en un artículo publicado en este mismo medio hace más de dos años ("Bienestar animal: La clave para proteger al toro", Al Toro México, 20-08-2022), la cría y sacrificio del toro bravo cumple con las cinco libertades señaladas por la Organización Mundial de Sanidad Animal como base del bienestar animal.
Hay organismos internacionales como Animal Welfare que evalúan y certifican el cumplimiento del bienestar animal. Si las ganaderías de toros bravos mexicanos tuvieran el Welfair Certificate, se demostraría con evidencia internacional lo que sucede en la crianza del ganado de lidia.
Es fundamental que los actores de la tauromaquia —toreros, empresarios y ganaderos— atiendan las advertencias y lideren esta evolución, mejorando el espectáculo, enalteciendo la naturaleza y la integridad del toro de lidia y asegurando la supervivencia de la tauromaquia en un México contemporáneo.