De momento, sigue a la espera de que su estado general de salud mejore para comenzar a hacer ejercicio, pues hasta ahora solamente ha salido de la casa donde vive en Valladolid en contadas ocasiones, según explica:

"Los puntos del cuello me los quitaron por bloques, por lo grande de la herida. La mejoría ha sido mínima pero ha ido en aumento. El pitón del novillo me destrozó el músculo esternocleidomastoideo, que es el que permite la inclinación y flexión del cuello, y también me lesionó la carótida interna y la externa. Por otra parte, no hay que olvidar que también tenía una cornada en la axila y varias costillas fisuradas, así que el dolor que todas estas lesiones me provocan, todavía no puedo hacer casi nada.

Un par de caminatas muy cortas, para salir a que le de el aire y distraerse un poco, ha sido lo único que el novillero zacatecano ha hecho desde que llegó a Valladolid, y es consciente de que debe ser un buen paciente para que esa mejoría que ha experimentado vaya en aumento.

"Hoy comencé con una fisioterapia para dar continuidad a las indicaciones del doctor Robles, y estoy seguro que con estas sesiones el músculo del cuello comenzará a reaccionar de manera favorable. Pero también sé muy bien que esto va a ir despacio, así que tengo que seguir las recomendaciones al pie de la letra para ver cómo avanza este proceso", comentó Pacheco.

En estos días de aparente tranquilidad tras la dramática tarde del 4 de septiembre en la plaza de Calasparra, el carismático César ha intentado distraerse un poco hablando por teléfono con algunos amigos, y viendo los festejos taurinos en televisión, además de videos de faenas, pues su deseo es volver a enfundarse el terno de luces en cuanto se encuentre completamente recuperado, para dar continuidad a su carrera taurina.