El doctor Jorge Uribe, jefe de los servicios de la Plaza México, atendió anoche a los dos fracturados de la novillada de ayer en el coso de Insurgentes: el novillero César Ruiz (foto), que sufrió una fractura del tobillo derecho, mientras que el picador Alejandro Martínez, se llevó la peor parte con una fractura de costilla que le ocasionó un neumotórax, respectivamente.
El novillero hidrocálido fue atendido de un trauma directo en el tobillo derecho, derivado de una caída, en la que presentaba dolor y deformidad, que fue atendida primeramente con la inmovilización y fue enviado al Hospital Ángeles Metropolitano para practicarle pruebas radiológicas, a través de las que se encontró una fractura no desplazada de la plataforma inferior de astrágalo, que no requirió intervención quirúrgica.
Se le colocó un aparato de yeso de fibra acrílica que deberá utilizar durante un periodo de entre seis y ocho semanas, y será necesario que guarde reposo absoluto a lo largo de todo este tiempo.
Por su parte, el picador de dinastía, de 43 años, sufrió un aparatoso tumbo y cayó de su caballo en la lidia del cuarto novillo. Fue auscultado en la enfermería de la plaza, donde se le diagnosticó un severo trauma cerrado de tórax, con datos de tórax inestable y neumotórax inmediato por perforación pleural.
Fue enviado a urgencias del mismo hospital, donde se realizó un manejo inmediato de trauma torácico, además de estudios de laboratorio, placas de rayos x, así como una tomografía axial computarizada de la columna vertebral, tórax y columna lumbar.
El paciente fue internado por el diagnóstico de tórax inestable, derivado de múltiples fracturas anteriores y posteriores de las costillas de la quinta a la novena. Una de las fracturas anteriores provocó una lesión pleural que presentaba neumotórax del 40 por ciento, por lo que se decidió operar de forma inmediata.
La operación se hizo en quirófano donde se hizo una reducción abierta y fijación interna con cuatro grapas costales de titanio de la sexta a la octava costillas, en su porción posterior, mientras que la quinta costilla en su parte anterior, donde se encontró una fractura inestable desplazada que perforó la pleura pulmonar.
Se le puso una grapa costal y sonda pleural para colocación de sello de agua. Pasó a terapia intermedia para su manejo, con buen pronóstico por el momento.
En la atención de Alejandro Martínez también intervino la doctora María del Sol García Ortegón, cirujano de tórax, además del doctor Axel Gullen, cirujano ayudante. Ambos casos fueron tratados y supervisados por el doctor Jorge Uribe.