Una tarde difícil vivió Bruno Aloi en la singular plaza valenciana de Algemesí, donde hoy reapareció de la cornada sufrida el sábado pasado en Los Molinos, y tuvo que solventar una difícil papeleta debido al descastado juego de los novillos de la ganadería de Rehuelga, de encaste Santa Coloma, que le tocaron en suerte.

El que abrió plaza fue un novillo manso de libro, que terminó la lidia con la cara alta, frenándose en los muletazos y saliendo suelto de la muleta, por lo que no fue fácil darle muerte por esas condiciones que tenía, que por momentos resultaron desesperantes. A la hora que doblaba se escuchó el segundo aviso y Bruno se retiró en silencio.

El tercero fue menos malo que el anterior, y el novillero mexicano consiguió robarle un par de series a lo largo de otra faena esforzada, en la que, al final, decidió abreviar porque el de Rehuelga también acabó embistiendo de forma deslucida. Mató al segundo viaje de una estocada entera y la gente, que reconoció el esfuerzo desplegado, lo llamó a dar una vuelta al ruedo, que en este caso es rectangular porque la plaza se monta en la misma plaza del ayuntamiento.