La actitud de novillero de Áxel López en su debut de este domingo en la Plaza México fue parte de los muchos argumentos que ayer se dieron a lo largo de la novillada que más elementos positivos arrojó y en la que, circunstancialmente, no pudo cortarse ni una oreja.
Pues también el debutante aguascalentense Emilio Ricaud hizo todo para conseguir un triunfo quizá de un par de trofeos con su elegancia y calidad al torear, pese a que la de hoy era apenas su segunda novillada picada. Y hasta Juan Querencia con su temple y una estocada en muy buen sitio, pero que no surtió efectos, hizo méritos para lograr un apéndice.
Al final, todo quedó en salidas al tercio para Ricaud y Querencia, y una vuelta al ruedo mal aconsejada para López, pues el público le dividió las opiniones.
Lo importante fue que López estuvo variado, espontáneo, valiente y, por momentos con buen temple en sus dos astados. El primero de Las Huertas que fue exigente como buen novillo bravo; y su segundo de Campo Hermoso que le dejó torear bien cuando lo mandó porque cuando lo dejó ir a su aire, el novillo se le acostaba.
Hay dos puntos que hicieron distinta la tauromaquia del tapatío Axel López, sus ganas de torear largo y con tandas de varios muletazos continuados. Y esos adornos que de pronto esboza con capote y muleta, algunos de un toreo en desuso, antiguo, pero muy bonitos. Tampoco tiene mucha experiencia, pero no se asustó con el escenario y dejó en claro que torero, quiere ser. Lo mejor: sí puede ser.
Gratísimo también fue el debut del hidrocálido Emilio Ricaud, quien pese a ser su segunda novillada picada, evidenció la experiencia adquirida en España en los festejos sin caballos. Y notoriamente su personalidad, elegancia y clase al torear.
Su faena tuvo contundencia aprovechando la nobleza y recorrido de un novillo de Campo Hermoso al que solamente le faltó humillar más, pero que se unió perfectamente a los deseos de Ricaud que dejó entre los aficionados un grato sabor de boca al torear.
No así al matar donde fue muy claro que le falta técnica al dejar la mano atrás lo que dificultó su rúbrica y el conseguir un importante triunfo. Su segundo de Las Huertas fue más informal y en él Emilio también mostró voluntad, quedando así, como uno de los toreros a los que se les volvería a ver con gusto.
Aunque también hizo su debut Juan Querencia es de los novilleros con más experiencia en y pese a ello en su primero, bravo, de Las Huertas no terminó por entender lo que su padre el matador Juan Querencia le gritaba desde el callejón. Tales iniciaciones para que se cruzara con el astado, lo sometiera y aprovechara sus emotivas embestidas, lo que hizo por momentos aislados con buen resultado.
Luego su segunda faena con el mejor novillo, el de Campo Hermoso, que tuvo también nobleza y recorrido, pero éste sí humillaba, le permitió al queretano ejecutar muletazos de temple y profundidad. Esta labor la hizo ver tan fácil, y por momentos pareció mecánico que no terminó por llegarle como debió ser, al público, que luego de que la magnífica estocada en todo lo alto, pero sin efectos, se enfrió y ya tibiamente lo ovacionó.
Al final, y ante la falta de triunfadores -pues ya se sabe que el que encabeza esa lista, Bruno Aloi, a quien no le dan los tiempos para venir a las últimas novilladas desde España- los tres de hoy pudieran fácilmente entrar a alguno de esos dos anhelados carteles.
Ficha Ciudad de México.- Plaza México. Octava novillada de la temporada. Menos de un cuarto de entrada (unas 2 mil 500 personas), en tarde soleada que terminó con cielo nublado y algunas ráfagas de viento. Tres novillos de Las Huertas (1o., 2o. y 6o.) y tres Campo Hermoso, de buena presencia y finas hechuras, que cumplieron en los caballos, de los que destacó el 3o., que fue premiado con arrastre lento. Pesos: 418, 420, 420, 415, 448 y 412 kilos. Juan Querencia (blanco y plata): Pitos y ovación. Axel López (blanco y oro): Ovación tras dos avisos y vuelta tras aviso. Emilio Ricaud (burdeos y oro): Ovación tras aviso y palmas tras aviso. Incidencias: Fernando García y Edmundo Navarro saludaron una ovación tras clavar buenos pares al 4o. Jorge Morales y su hermano César destacaron en varas en el 1o. y 5o., respectivamente.