Se lidiaron novillos de El Batán, bien presentados, de armónicas hechuras, entre los que destacaron los corridos en segundo y tercer turno de la lidia. Cabe destacar que como en anteriores ocasiones, la carne de este encierro será donada al Banco de Alimentos de Michoacán, por decisión de la empresaria Tomasina, que continúa con su apoyo incondicional para mejorar la calidad de vida de sectores de escasos recursos económicos, a través de de la Fiesta Brava.

La noche taurina en El Palacio del Arte inició musicalmente, cuando los cantantes Dulce Canela y Leonardo Ramos interpretaron arias de la ópera Carmen. Después que se hizo el paseíllo, abrió el festejo el torero de la tierra, Tato Loaiza,  ante "Notario", un novillo al que bregó y llevó al centro del ruedo.

En los primeros escarceos de la faena muleteril, el astado, que embistió tirando derrotes, alcanzó a prenderlo, por fortuna sin consecuencias, por lo que Loaiza retomó su labor al torear con la mano izquierda, con actitud valiente que agradó al público. Terminó su labor de media estocada y varios golpes con el descabello, para retirarse entre silencio, luego de haber escuchado un aviso.

El regiomontano Luis Garza, con el ejemplar llamado "Cristiano", desde sus desmayados lances logró entablar gran conexión con el tendido. Tras el puyazo, realizó un quite por chicuelinas antiguas.

Después llevó al toro a la boca de riego donde cuajó dos artísticas tandas de muletazos con la mano diestra. A pesar de que, por el pitón izquierdo, el ejemplar fue menos claro, le asestó una meritoria serie, habiendo contado con entrega auténtica. La faena fue breve, pero maciza y con calidad. Culminó su trasteo de estocada entera, de efectos inmediatos, por lo que el alumno del matador Leonardo Benítez, cortó dos orejas y con ello correspondió a la fe que el torero venezolano ha tenido en él.

El tlaxcalteca Jesús Sosa ante "Director", que recibió dos fuertes puyazos, en los que lució con codicia ante el piquero, empezó su labor con el engaño, con una serie de pases por bajo.

Sosa aprovechó el largo recorrido y bravura para ligar series por el pitón derecho y consiguió un emotivo trasteo. Con mayor reposo en los procederes habría alcanzado mayor proyección con el público. Terminó de una estocada al encuentro que influyó en el ánimo del público para que se le otorgara un apéndice.

El queretano Emilio Saavedra recibió a "Camino", de rodillas, con una larga cambiada que ligó a lances que arrancaron sonoros olés y más tarde hizo un quite por chicuelinas antiguas.

Empezó su faena con muletazos de rodillas, en el tercio. Luego, se fue a los medios, donde se esforzó para lucir, en especial, al torear por naturales. No estuvo fino con la espada y sólo fue premiado con palmas.

El otro moreliano del cartel, Antonio Magaña, que también ya lleva varios años en las filas de los novilleros, se hizo sentir con clase en su recibimiento capotero a "Seda Fina". Con la muleta lució al torear con trazo largo y con profundidad. Resolvió con valor sereno y solvencia cuando el novillo hizo por él. Remató de una estocada entera, aunque, debió emplear el descabello, y así fue como perdió la oreja que tenía ganada y solamente escuchó palmas tras aviso.

El último espada de la noche, Vladimir Díaz, otro novillero originario de Morelia, tuvo un original inicio con el capote. Colocó dos pares de banderillas al violín y un tercero, con palitroques cortos con lo que calentó el ambiente. El novillo punteaba la muleta y pronto se fue quedando corto. Vladimir apostó para ligar los pases y se ganó el reconocimiento del público. Luego de fallar con la espada, dio una vuelta al ruedo.

Para la segunda novillada nocturna de oportunidad, programada el próximo viernes 16 de agosto, los seis espadas anunciados se disputarán dos lugares para la tercia programada el viernes 30 de agosto. Se trata de Efrén Cabrera, que debutó el domingo anterior en la Plaza México, Patricio Ochoa, Andrés Origel, Ángel Gabriel, Carlos Luévano y Axel López, ante novillos de la ganadería de Claudio Huerta.