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"Llevo 34 años en la brega": Poli Mendoza

Martes, 21 May 2024    CDMX    Redacción | Foto: Archivo     
El carismático banderillero poblano que torea con los rejoneadores
Con 64 años de edad y 34 como profesional, Apolinar Melquiades Mendoza Jiménez es, hasta hoy, uno de los subalternos más experimentados que forma parte de las filas de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, a la que desea pertenecer hasta que Dios se lo permita.

Nacido el 23 de julio de 1960, en la Ciudad de México, pero radicado en Puebla desde su niñez, el popular "Poli de Puebla" o "Poli Mendoza", como se le conoce en el medio taurino, enfiló sus pasos por un camino desconocido.

Sin antecedentes taurinos, Poli comenzó a ver las corridas de toros por televisión, cuando aún era niño y jugaba en la vecindad donde vivía con sus padres y sus hermanos, Ángel, Jaime, María Guadalupe, Eusebio y Jorge. Al correr de los años, Apolinar comenzó a torear en los novenarios como aspirante a novillero y después como novillero, en algunos estados y ahí también comenzó el gusto de poner banderillas, lo cual hacía con relativa facilidad.

"En 1969, empecé a conocer a los toreros y novilleros de aquel tiempo de Puebla. En una ocasión me dijeron bájate y empecé a echar la capa. En Apizaco, Jaime Silva Gutiérrez, un periodista muy conocido, me publicó una foto en La Voz de Puebla y en el pie de foto decía: ‘Duro es el aprendizaje taurino, pero El Poli Mendoza lo viene realizando en busca del éxito".

El carismático y popular Poli afirma que, a raíz de esa publicación, su papá le dio permiso para dedicarse al medio taurino.

"Así empecé a conocer gente taurina y en Veracruz, aproximadamente en 1976, me dieron mis primeros 100 pesos. La única ocasión que me vestí de luces fue saliendo como auxiliar de cuadrilla en noviembre de 1975, en San Martín Texmelucan. Ahí puse mi primer par de banderillas. Me preguntaban ‘¿quién me enseñó?’, y les dije que nadie, que era la primera vez que las ponía. Me gustó y tuve esa facilidad".

Poco a poco fue tomando vuelo y toreaba en los novenarios de Veracruz, Chiapas y Campeche, donde comenzó a ganar por torear.

"Para 1978, yo salía como auxiliar a banderillear y hacer el avío. El empresario Juan José León me había llevado a torear en Cintalapa y me puso en alguna corrida mixta con Gabriel Franzoni, Miguel Villanueva y Fernando Sepúlveda en algunos pueblos. En una feria de Comitán, Chiapas, con ese cartel me dieron el abrazo de alternativa, así lo anunció. Yo lo que quería era torear".

Pero en ese entonces, Poli no sabía que se tenía que encuadrar en la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros o en la Asociación de Matadores.

"Pablo ‘Curro’ Cruz, que andaba siempre con los rejoneadores, me dijo que me hiciera banderillero y con el paso del tiempo, el matador El Queretano dio una corrida en Tuxtla y San Cristóbal y yo salía a banderillear. Pero también seguía toreando en festejos e incluso llegó a formar parte del espectáculo del Chino Torero y los Enanitos Toreros durante algunos años.

Cuando el grupo se desintegró, solo quedaron tres enanitos, por lo que decidió buscar a Samuel López ‘Patorro’ y se anunciaron como Los enanitos toreros y rejoneadores, llegando a torear hasta 120 festejos en un año.

"El toreo cómico no es nada más dejarse pegar en las asentaderas, es el toreo bufo, torear con el cuerpo y con la vestimenta o a veces con la muleta para crear comicidad y transmitirla al público para que se ría y no vea el peligro que realmente existe".

Finalmente, gracias a una referencia de Efrén "El Loco" Acosta, se le permitió probar en las filas de los subalternos a los 27 años, cuando ya había rebasado la edad límite para ser inscrito.

"Debuté en un festejo de aspirante en la Peri norte, con El Glison y otros. Al año y ocho meses, Benny Carmona me examinó en un cartel con Juan Querencia, Jesús Torre y Zotoluco, con una corrida de Santo Domingo, en 1989. Llevo 34 años de profesional y, por alguna razón, se me facilitó andar con rejoneadores".

Actualmente, milita en la cuadrilla de Andy Cartagena, con quien seguirá la próxima temporada.

"Estoy en un momento ya cercano a mi retirada. El tiempo pasa y uno sabe en qué momento irse, pero lo sigo disfrutando vestirme de torero y poniéndome delante de la cara del toro".

Además, en sus tiempos libres es taxista y transportador de personal, mensajero y repartidor.

"El día que yo no pueda, ya ni me contrato. No sé hasta cuando voy a durar, eso lo dirá el toro, lo dirá Dios y los toreros que me quieran seguir llevando en sus filas", expresó.


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