El novillero mexicano Bruno Aloi mostró temple y valor durante su presentación del día de hoy en la plaza de Las Ventas de Madrid, donde dio una vuelta al ruedo tras petición de oreja en su segundo ejemplar, luego de sobreponerse a una fuerte voltereta que le propinó el tercer ejemplar del hierro de Los Chospes.

El momento del arropón se produjo al intentar rematar su primera intervención capotera con una revolera. Sin mirarse la ropa, Bruno volvió a la cara del novillo para plantear una lidia en la que destacó la quietud, así como el buen trazo al instante de ejecutar las suertes.

Dinámico fue el inicio de faena por parte del mexicano, que siempre se mostró por encima de las condiciones del astado. Si bien es cierto que al trasteo le faltó ligazón, dado que el novillo careció de fuelle, la disposición de Bruno fue la clave. Remató la faena con unas ajustadas bernadinas y, tras un pinchazo previo a la estocada, saludó una ovación desde el tercio.

El sexto de la tarde sacó genio, así como nula clase al embestir a los engaños del mexicano. Sin arredrarse, Bruno estuvo valiente y le dejó la muleta puesta para ligar dos series con la derecha que calaron entre la afición madrileña, sobre todo por la expresividad y el temple de los trazos.

En algunos pasajes de la faena, logró torear muy despacio, tirando de raza cuando así lo exigía su oponente. Se fue por derecho tras la espada y mató arriba, de tal suerte que hubo petición de oreja y todo quedó en vuelta al ruedo tras no ser concedido el trofeo.

Las sensaciones que dejó el torero mexicano en la catedral del toreo fueron positivas y se espera que esta convincente actuación sirva para abrir las puertas de otras plazas.