Durante la Corrida de Resurrección en Texcoco, brilló el arte de José Mauricio quien cortó una oreja en cada toro para salir en hombros; también tocó pelo ante el tercer astado, Juan Pablo Sánchez, mientras que Fermín Rivera se fue de vacío. Tras la lidia del quinto dio vuelta al ruedo el ganadero Roberto Garfias, propietario de la dehesa Marco Garfias, previamente, el cuarto toro recibió palmas en el arrastre.

Abrió la corrida Fermín Rivera, que en base a toques fuertes con la muleta y a su aguante sin aspavientos fue logrando paso a paso que el de Marco Garfias se fuera empleando, en especial, por el lado derecho. Se tiró a matar y dejó una media estocada en buen sitio, que fue suficiente para que doblara. Palmas. 

El cuarto burel, con gran emotividad y con embestida clara y humillada, le permitió al potosino lucir con el capote desde el recibo y luego en la serie de chicuelinas. Entre la expectativa de que surgiera la faena grande, esta no se sucedió. Hubo pases intermitentes que por instantes calentaron el ambiente. Terminó al segundo viaje con la espada. Silencio. El toro recibió sonoras palmas en el arrastre.

José Mauricio realizó un quite por chicuelinas que conectó con la afición, la faena muleteril fue de menos a más a un toro noble al que a pesar de las ráfagas de viento le cuajó estéticas tandas por ambos pitones, donde sobresalieron el temple y la madurez. Fueron tandas con sutileza y calidad. Firmó una estocada por todo lo alto, con efecto inmediato para cortar una oreja. 

José Mauricio recibió con lances templados al quinto toro, citó al toro de largo y le realizó un ceñido cambiado por la espalda. Eslabonó una faena que resultó por nota desde el primer muletazo hasta que se tiró a matar. Bordó el toreo en cada pase. Terminó de estocada y un golpe con el descabello para pasear otra oreja entre la aclamación popular y al final del festejo, salió en hombros.

El tercer ejemplar, correspondiente a Juan Pablo Sánchez, fue protestado de salida por el público, no obstante, en cuanto el torero hidrocálido tomó el engaño y empezó a correr la mano por el pitón derecho, la gente respondió con sentidos olés, mismos que crecieron en intensidad cuando el toreo transcurrió por naturales y se desgranaron las notas musicales de la banda, desde las alturas. Cerró su trasteo con intensos pases en los que se entregó, al igual que en la estocada. Cortó una oreja. 

Sánchez realizó una meritoria labor con el toro que cerró plaza. Se esforzó por congraciarse ante el público. Palmas.