Emiliano Gamero consiguió el domingo lo que muy pocos toreros han logrado, incluso los de a pie, en la plaza de toros México: ser hasta hoy el único rejoneador en indultar dos toros en la capital. El lunes, el teléfono del rejoneador no daba tregua a los cientos de llamadas y mensajes que recibió de enhorabuenas de profesionales, ganaderos y amigos que disfrutaron con él la tarde en la plaza o a través de la televisión.
El rejoneador capitalino, radicado en Aguascalientes, no cabía de contento y satisfecho con lo logrado ante "Recuerdos", el bravo toro de La Estancia, al que le fue perdonada la vida y desde ayer ya se encuentra en la ganadería de los Martínez Vértiz.
"El toro era un fenómeno y pues se consagró lo que Dios ya tenía escrito, porque a Dios no lo engañamos. Dios ya manda las cosas y ese toro tenía que regresar al campo, como siempre he dicho: no hay triunfo ni triunfo más grande para mí que poderle salvar la vida al rey de la Fiesta y que regrese al campo, como fue este bravo ejemplar de La Estancia".
La inmensa mayoría del público que asistió a la corrida celebró la faena y al final el triunfo de Gamero.
"Siempre hay algunos detractores y es normal que así sea, porque no todo debe ser blanco, ni todo negro, pero un noventa por ciento de todos los que estaban ahí indultaron al toro. El juez también estuvo muy certero, porque comprendió que la afición lo estaba pidiendo y concedió el indulto de un gran toro".
Siendo este su segundo indulto en la Plaza México, el otro había sido "Gaspar", de la ganadería de Vista Hermosa, el 29 de diciembre de 2019, Gamero habla con franqueza y sinceridad ante este hecho, insólito quizá en un festejo de rejones.
"Yo no indulto al toro, lo indulta el juez. Y si el juez lo indulta es porque toda la afición se une para indultarlo y el toro presentó las condiciones para ser indultado, eso es muy importante de señalar. A veces la gente desconoce de esto y piensan que uno lo provoca. A mí me encantaría ser amo y señor de todo lo que pasa en el universo para decir: a este toro le corto las dos orejas y porque yo lo digo se le van a caer y no es así. Yo me preparo todos los días para que sucedan cosas mágicas como la que sucedió el domingo. Dios es grande conmigo y voltea a ver a las personas que aman a su profesión y trabajan. Eso es lo que yo creo que pasó".
Vehemente y personal, tal y como torea, Gamero habló de cada uno de sus toros que le tocaron en suerte en el festejo, penúltimo de la Temporada de Reapertura 2024, donde alternó con Andy Cartagena y Fauro Aloi, que también rayaron a gran nivel.
"En mi primer turno salió el toro más puesto de la corrida, imponente, más toro, edad, trapío y todo. Fue un toro que me pidió el carné desde el primer momento. Salió con mucha boyantía, arrebatando las embestidas y por el lado derecho viniéndose cruzado, pero lo toreé con verdad, hice lo pertinente mis caballos y yo. Lo toreé de frente desde salida, desde recibirlo me doblé con él, puse un rejón completamente en el pecho del caballo y las banderillas, con la verdad torera que me manifiesta, le puse un rejón de muerte que entró completo, pero se fue un poquito contrario. Tardó un poquito en doblar el toro y me tuve que bajar a descabellarlo y perdí lo que pudo haber sido un gran triunfo".
Enseguida, su voz cambia y, emocionado, parece revivir en su pensamiento cada instante que vivió en el ruedo con "Recuerdos".
"Desde que salió y lo recibí con la garrocha me di cuenta de que el toro era una joya, con un gran galope, una bravura indiscutible, con esa nobleza, con ese ritmo, con todo eso.
"Entró primero "Malacara" con el que le puse rejón de castigo, me doblé con él, lo toreé con la garrocha. Luego metí a "Ilusión", con el que le puse un par de banderillas impresionantes al quiebro, haciéndole una batida muy cerca, las gamerinas, piruetas. Después con "Adame" entré y le puse una banderilla al quiebro. Entró "Jaque Mate" y le puse un violín y una banderilla con una batida en la cara del toro, le hice piruetas, me lo llevé de costado.
"Luego entró "Júpiter", le puse un par de violines y lo toreé de costado haciendo gamerinas, luego entró "Glamour", ya para matarlo, le puse dos cortas antes de matarlo.
"Estamos hablando que metí seis caballos, un toro que aguanta seis caballos y todavía antes de entrar a matar se tiró al estribo de "Glamur" para llevarlo en el estribo una vuelta y media al ruedo. Obviamente, la gente se dio cuenta del toro, me di cuenta, lo seguí toreando para que el juez se dirá cuenta que el toro era de bandera".
Por todo eso, la tarde del domingo será un recuerdo inolvidable en la vida taurina de Emiliano Gamero, un rejoneador entregado a su pasión.
"Además, fue una tarde muy bonita porque regresó el rejoneo a la Plaza México. Bendito Dios se dio la cosa bien y estamos contentos, pero damos vuelta a la página y vamos a seguir trabajando, que todavía queda mucho camino que recorrer y espero que este triunfo sirva para abrir otras puertas y que se sigan dando corridas de rejones que tanto le gustan a la gente que ama a los caballos", finalizó.