Emocionante y entretenida resultó la corrida de rejones celebrada este lunes en Irapuato, donde Fauro Aloi, Andy Cartagena y Tarik Othón cortaron dos orejas cada uno y compartieron la salida a hombros en medio del entusiasmo del público que hizo una buena entrada.
"Barona" y su clase y mando, la gala al llevarlo de costado, metiendo siempre el pecho, y demostrando su dominio. "Espartano" y la travesía final con las banderillas cortas. Certero con un gran rejón de muerte, doblando el toro con prontitud. Cortó una oreja con petición de la segunda.
"Roby", de 505 kilos, segundo de la tarde, correspondiendo al rejoneador español Andy Cartagena, que pasó al toro de Arellano Hermanos con dos rejones de castigo. El toque de espectacularidad lo puso con las banderillas, siempre conectando con el público y poniendo la emoción. "Catrina" y su conexión, las elevadas que cautivaron y ese soberbio cierre con las banderillas cortas, fueron el preámbulo de su gran capítulo que firmó con el rejón de muerte para cortar dos orejas.
"Patito" de 520 kilos fue el tercero de la tarde, primero del lote de Fauro Aloi. El toro de Arellano Hermanos apretaba con fuerza, pero se mantuvo siempre con mando el rejoneador que firmó un gran tercio de banderillas. Lo paró con suma clase, siempre en los tiempos justos, todo medido, lo que ya marcó el nivel de su composición. Fauro ajustó al límite los encuentros y el instante preciso de clavar. También redujo las distancias, de costado, para llevar muy cosido al toro. Cobró un rejón entero y arriba, cortando una oreja.
"50 años", el cuarto de la tarde, al que recibió de manera magistral con "Joselito", pues en los medios lo esperó, para colocar un rejón de castigo. Cada embroque con "Fino", ya en banderillas, fue como una caricia que atemperaba la embestida. El sentido del temple lo lleva. Citar al toro, aguantar, y en el encuentro clavar y lucir con una precisión impecable.
"Barona" y el broche rotundo, en un nivel alto, con la perfección que se pedía. Desde el toreo de costado por dentro, muy hilado y pulseado el ritmo sostenido. Las banderillas cortas el colofón de una gran actuación coronada con el rejón de muerte, cortando una oreja.
"Fresero", de 487 kilos, de Bernaldo de Quirós, fue el segundo para Andy Cartagena que de nueva cuenta apostó el todo por el todo y ha firmado una contundente actuación, con lucimiento, gustando en los pasajes del toreo a caballo y en las diversas suertes. La espectacularidad siempre le acompañó. Estuvo pesado con el rejón de muerte. Saludó en el tercio.
"Ferrocarrilero", fue el que cerró plaza, también del hierro de Bernaldo de Quirós, al que Fauro Aloi cuajó de gran manera. Aloi terminó de declinar la balanza a su favor, con los embroques ajustados al milímetro. Hoy convenció haciendo una actuación plagada de maestría y entendimiento. Clavar las banderillas al violín, y las banderillas a dos manos, las rosas, firmaron el prólogo de un rejón final que, una vez más, ponía en sus manos un gran triunfo, cortando una oreja.