El famoso fotógrafo español Ramón Masats falleció el lunes pasado en Madrid, a la edad de 92 años, dejando una obra gráfica tan importante que logró ser condecorado con el Premio Nacional de Fotografía en 2004, y todavía en la actualidad sus fotografías se encuentran exhibidas en varios recintos culturales como el Museo Reina Sofía, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y la Academia de Bellas Artes, entre otros.
Masats fue un documentalista en el periodo franquista y en 1956 inmortalizó a los corredores y aficionados de los Sanfermines, en Pamplona, de ese año, imágenes que ilustran el infograma de esta lamentable noticia.
Se le recuerda, además, por su fotografía histórica durante la dictadura de Francisco Franco, aquella de un grupo de curas jugando futbol. La imagen retrata el momento en que el portero, vestido con hábito, se lanzó por la pelota para tratar de detenerla.
El sello de Masats fue más allá que documentar a la sociedad española de su tiempo. Con ironía dibujaba sonrisas que confirmaban, a los ojos de quienes observaban sus obras, la confirmación del sello del fotógrafo catalán. "Mis fotos no tienes que mirarlas mucho para saber de qué van, son evidentes", comentaba.
Masats nació en la localidad de Caldes de Montbui, en Barcelona, en el año 1931. Trabajó en el negocio familiar, hasta que ingresó al Servicio Militar, y fue allí entonces cuando nació su interés por la fotografía. Luego de retratar a su familia y captar aquellos sanfermines de 1956, imágenes que vieron la luz hasta 1963, vieron sus primeros trabajos en forma, al colaborar para la revista Gaceta ilustrada.
En 1957, ya establecido en Madrid, frecuenta la Real Sociedad Fotográfica y se une al Grupo Afal, una asociación fotográfica de Almería y nombre de una revista. También colaboró con los periódicos Ya y Arriba, y la revista Mundo Hispánico, y recibió el Premio Negtor. Ilustró portadas de libros y trabajó para el cine y la televisión, al mismo tiempo que ya exponía sus obras en algunos recintos.
A partir de 1965, produjo documentales de televisión como Los Ríos, El Prado vivo y El que enseña. También colaboró en varias series de TVE, como Conozca usted España, ‘Raíces y Vísperas de nuestro tiempo; e hizo los documentales La España de los contrastes, Invierno en España y Un paraíso surgido de las aguas: España.
En 1981 retomó la fotografía y publicó varios libros monográficos. Nunca comulgó con "la nostalgia del blanco y negro". Hizo entonces más de una veintena de libros para la prestigiosa editorial Lunwerg. Ello le permitió fotografiar paisajes, monumentos, gentes y rincones de toda España... y la fiesta de los toros, de la que se declaró seguidor por la belleza estética que generaba.
Su reconocimiento pleno llegó con el Premio Nacional de Fotografía en 2004, al que le siguieron muchos homenajes en vida. Descanse en paz este artista universal que se acercó a la Fiesta Brava con curiosidad para dejar constancia de sus importancia social.