La temporada española y francesa de 2024 contará con un 20 por ciento menos de toros, según informó en días pasados la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia (RUCTL) que preside el ganadero Antonio Bañuelos, como consecuencia de la disminución de los hatos durante la pandemia.

La reducción de vacas de vientre para poder soportar la crisis del Covid-19, pasará factura este año y los ganaderos que forman parte de esta agrupación fundada en 1905, la más antigua que reúne a los hierros más prestigiosos, ya están alertando a los empresarios al respecto de la problemática que se avecina para los próximos meses.

En este encuentro con los medios, Bañuelos comentó que en 2024 tuvieron un total de 8 mil 192 toros, tanto cuatreños como cinqueños, que nacieron antes de que fuera declarada la pandemia, y en para la presente campaña solamente cuentan con 6 mil 591 para ser lidiados, lo que representa una merma de mil 631 ejemplares, que representan ese 20.45 por ciento que hará falta en las corridas de 2024. Asimismo, cabe mencionar que esta significativa reducción de machos, también incluye un 12 por ciento menos en la producción de novillos.

La reducción en la producción de toros elevará el costo de los encierros, ya que ante la ley de la oferta y la demanda hay que considerar que el incremento en el costo para su ponerlos para las corridas, se ha incrementado en un 40 por ciento desde 2018 a la fecha.

Por otra parte, en esta reunión informativa la RUCTL confirmó que desde el año 2022 fue declarada con la añadidura a su nombre de "Real", gracias al decreto entregado por el rey Felipe IV, al cumplirse los 117 años de su fundación. Asimismo, habló de la defensa del toro de lidia en distintos foros no sólo de España, sino también antes distintas instituciones del extranjero.

Por otra parte, la RUCTL estará muy atenta a la nueva normativa sobre el transporte de animales que se está desarrollando en la Comisión Europea, y a la espera de que se atienda la petición de que con los toros haya una excepción por tratarse animales de "difícil manejo", con la finalidad de que la ley que se está redactando no afecte los intereses de ganaderos y empresarios que pudiera afectar a los espectáculos taurinos.