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Efemérides de Feria: Solórzano cuaja a "Poeta"

Sábado, 24 Abr 2010    Aguascalientes, Ags.    Xavier González Fisher | Foto: Archivo   
Un gran toro de Torrecilla al que cortó el rabo el 24 de abril de 1970

Jesús Solórzano llegó a este festejo por la vía de la sustitución. En el cartel originalmente anunciado Joselito Huerta era el que completaba la terna que integraban Rafael Rodríguez y Curro Rivera para dar cuenta del encierro de don José Antonio Llaguno Ibargüengoitia, pero en los diarios locales de la víspera del festejo, la empresa anunció que el León de Tetela había presentado un certificado médico que justificaba su imposibilidad de actuar y que: "…salvaguardando los intereses de la afición taurina hemos procurado la contratación de Solórzano porque ha sido uno de los matadores mexicanos triunfadores de la temporada capitalina y triunfador también de la plaza de toros San Marcos".

La crónica de don Jesús Gómez Medina, en El Sol del Centro dice por título "Faena de Solórzano, dechado de arte y clasicismo", y sin más, paso a referir lo medular de ella:

"…torear en suma, es hacerlo como ayer lo hizo Chucho Solórzano en su segundo enemigo: con el ritmo perezoso e indolente con que la muleta del moreliano describió el arco de círculo del pase natural o del derechazo; con el desdeñoso imperio con que el leve giro de su mano diestra contuvo y quebrantó, en los de trincherilla, el curso bravío del de Torrecilla, con la actitud natural, clásica, mediante la cual el cuerpo, al gravitar suavemente sobre la pierna de afuera, imprime a la suerte una intensidad y un sabor de fruto plenamente logrado, de obra en sazón.

Casi al mismo tiempo, en Utrera, a la vista de la airosa Giralda, el conde ‘disfruta’ de los muletazos de Chucho. Y el mando y la longitud excepcional de muchos de aquellos. Veíamos al pasado: ¡no, no fueron mejores que estos los naturales y derechazos que integraron las faenas de ‘Granatillo’ y ‘Cuatro Letras’; ni los muletazos a ‘Revistero’ superaron en aplomo, en clasicismo, en gallardía a los que ayer Chuchito realizó ante este nuevo y también nobilísimo ‘Poeta’.

"Elevado a impulso de arte, transido por la inspiración creadora, haciendo de la arena del coso sanmarqueño el pináculo para su triunfo, en cada pase, en cada muletazo, frente a la pleitesía colectiva que se expresaba en aclamaciones, vítores y revuelo de prendas, Chucho Solórzano estaba proclamando: ¡El toreo es esto!

"¿Y el torero?... ¡El torero es ese!, replicaba, enfebrecida, la multitud.

"Pero, ¿cómo olvidar al toro? ¿Cómo desentendernos de la boyantía infinita del de Torrecilla? Porque poseyó éste la docilidad y el son y la continuidad en la acometida que tanto representan en los astados de la estirpe saltillense.

"Y de esta conjunción brillantísima resultó la faena que tal vez vaya a ser la faena de la feria. Quizás la faena del año. Una faena que Chucho trató de rematar con la estocada recibiendo, que se frustró porque a estas alturas ‘Poeta’ ya no tenía la pujanza que requiere esta suerte; pero cuando el astado finalmente dobló por efectos de un pinchazo hondo y luego de que sus despojos recibieron los honores del arrastre lento, sobrevino el apoteosis solorzanista, las dos orejas y el rabo, música, aclamaciones, ovaciones en serie. Y tres vueltas al ruedo, la segunda en compañía de José Antonio Llaguno, afortunado criador de este burel…"

La hazaña de Jesús Solórzano ha quedado perpetuada en bronce en los muros de la plaza de toros San Marcos a escasos pasos de otra placa, la primera colocada allí para conmemorar el triunfo de su alternante de esta tarde, y primer espada del cartel, Rafael Rodríguez, ante otro "Poeta", éste de San Mateo, once años antes, en otra de las grandes tardes que son parte de la histórica grandeza de nuestra Feria Nacional de San Marcos.


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