Val Quirico invita a vivir la tauromaquia
Tarik Othón realizó la faena más completa y cortó una oreja
Val Quirico volvió a celebrar su corrida de rejones, tal y como así había sido hasta antes de la pandemia, con un doble propósito. Por una parte, promover este original destino turístico, y por otra, fomentar la tauromaquia en un momento tan interesante para la fiesta de los toros, con todo lo que en estas últimas semanas está ocurriendo.
Y hoy fue notoria esa positiva inercia, con una parada más en la gira de la despedida de Pablo Hermoso de Mendoza, que ha venido a ser un importante revulsivo para el público.
Aunque hoy no consiguió salir a hombros, cosa que seguramente le pesó al haberle negado el juez de plaza la oreja del quinto, que toreó por colleras con su hijo Guillermo, volvió a percibir que hay hambre en los toreros a caballo forjados en México, tal y como anoche en León, donde Fauro Aloi le peleó las palmas, y también lo que hoy hizo aquí Tarik Othón, que no sólo tiene una cuadra de lujo y un toreo que combina el clasicismo con la espectacularidad, sino unas ganas tremendas de seguir impactando a la gente con su expresión artística en esta etapa previa a su alternativa.
De hecho, la mejor faena de la tarde la realizó el queretano al cuarto, un toro negro, bajito, y encastado, que no se cansó de embestir desde que sintió el primer rejón de castigo. La parte medular de la faena la cuajó con "Fino", un tordo del hierro de Diego Ventura, con el que clavó dos inverosímiles quiebros yendo hacia atrás, para encelar al toro, que sorprendieron a la concurrencia. Los embroques y los remates tuvieron torería, y así consiguió alborotar el cotarro, consciente de que rivalizar con las figuras, en esta etapa de su prometedora carrera, le hace concebir cosas grandes.
Y después de un pinchazo mató con eficacia para cortar una merecida oreja, mismo trofeo que cosechó Pablo Hermoso al segundo toro de la tarde, tras una faena aseada en la que ejecutó ceñidas piruetas.
Guillermo debió cortar una, o hasta dos orejas al tercero, tras una faena bien estructurada y con distintos pasajes de un toreo asentado a cabal, con una cuadra como a las que ya, desde hace mucho tiempo, su padre tiene acostumbrada a sus fieles partidarios, quienes han hecho patente su inmenso cariño por el ídolo que se marcha.
Marco Bastida, que hoy tomó la alternativa, tuvo una digna actuación que fue de menos a más, y no obstante que no terminó de aprovechar la nobleza del toro de la ceremonia, luego estuvo bien y acabó superándose en el toro que toreó por colleras con Tarik, cuando galopó con temple a dos pistas, mientras que el queretano no terminó de acoplarse a ese juego de caballos tan incómodo que supone torear a un mismo toro en pareja, si no estás acoplado con tu compañero.
Y como al final de la lidia, que Bastida realizó únicamente con dos caballos, por los cuatro que sacó Tarik, no se coordinaron bien para dar muerte al toro, aquello no concluyó de la mejor manera, y lo que pudo representar la salida a hombros se diluyó en medio de dos avisos cuando Bastida se empeñaba en dar muerte al toro a pie con poca pericia.
En cambio, en la collera que hicieron los Hermoso hubo un mejor entendimiento, con pausas y ritmo, en una alegre faena que no consiguieron rematar con el rejón de muerte, dejando escapar la posibilidad de una oreja que a Pablo le hubiese permitido salir a hombros. La lógica negativa del juez de plaza a conceder dicho trofeo se debió a los fallos con el rejón de muerte, así como al aviso que se había escuchado.
La gente salió muy contenta de la plaza para seguir con la otra fiesta en un lugar mágico, cuya arquitectura, de inspiración italiana, destaca en medio de la nada, y con la invitación a que Val Quirico no sólo siga siendo un bello lugar de recreo para el turismo, sino una sede fija para la grandeza de la tauromaquia.
Ficha
Val Quirico, Tlax.- Plaza portátil “La Española”. Corrida extraordinaria de rejones. Casi lleno, en tarde soleada y calurosa. Toros de Marrón, desiguales en presentación, buenos en general, de los que destacaron 1o. y 5o. por su nobleza, el 4o. por su transmisión y el 6o. por su clase. Pesos: 460, 451, 460, 425, 457 y 490 kilos. Pablo Hermoso de Mendoza: Oreja. Guillermo Hermoso de Mendoza: Ovación. Tarik Othón: Oreja con petición. Marco Bastida: Vuelta. Pablo y Guillermo, por colleras: Ovación tras petición, con aviso. Marco y Tarik: por colleras: División tras dos avisos. Incidencias: Bastida se doctoró con el toro “Cantinflas”, número 88, negro bragado, con 460 kilos. El aspirante a puntillero José Fernando Ríos se examinó el día de hoy para formar parte de las filas de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros. La corrida comenzó con 20 minutos de retraso.