En novillero hidrocálido Efrén Rosales resultó el primer triunfador de la temporada de novilladas, en el inicio de la Fiesta brava 2024, en la plaza "San Marcos" donde cortó la única oreja del festejo: sus alternantes César Ruiz y el debutante Currito de Ojuelos demostraron voluntad durante toda la tarde. Ruiz malogró la faena de su segundo con la espada.

Abrió la tarde con una actuación muy valiente ante novillo que tuvo nobleza y claridad. Aunque se vino a menos muy pronto. Efrén salió dispuesto a hacer lo que fuera necesario para cortar la oreja que después de un estocada contraria, trofeo que concedió  el juez César Pastor para dar la primera vuelta al ruedo, esto ante una gran entrada que se registró en la plaza "San Marcos". 

En el cuarto de la tarde, un precioso castaño, que había hecho albergar muchas esperanzas, Efrén Rosales volvió a estar voluntarioso, sin embargo, se topó con un estado que desarrolló rápidamente malas ideas y con el que no pudo reafirmar su triunfo, aunque si las ganas por seguir dando de qué hablar en los ruedos. 

En segundo, César Ruiz estuvo muy variado tanto con el capote y después de invitar a sus alternantes a banderillas con mucha intención de agradar, y aunque el novillo no fue malo, se quedó pronto parado. César fue breve a la hora de oficiar con espada y todo quedó en un reconocimiento del público que le batió las palmas. 

Otra vez Ruiz con el quinto volvió a mostrarse variado, tanto con capote, banderillas que ahora colocó él solo; con la muleta ante un novillo que tuvo nobleza y que le permitió por momentos ejecutar un buen toreo de muletazos largos y templados por ambas manos. La tocada con la que rubricó su faena fue delantera y caída y tuvo que descabellar hasta escuchar dos avisos, sin embargo, también las palmas del público. 

El debutante Currito de Ojuelos buscó también agradar con un toreo variado desde con capote recibiendo a su novillo en el centro del ruedo de rodillas También como Ruiz, invitó a sus alternantes a banderillear. Con la muleta hubo más voluntad que el lucimiento, debido a que el astado se quedó parado muy pronto, y aunque el tapatío logró algunos muletazos aislados, tardó en matar hasta escuchar un aviso y al final se fue en medio del silencio hasta la barrera. 

En el sexto, el novillero tapatío logró emocionar con un variado tercio de banderillas y después de iniciar de rodillas en los medios su faena, ya de pie, se enfrentó a un novillo que manseó y al que Curro de Ojuelos tuvo que lidiar en tablas.