La encerrona de Isaac Fonseca en su tierra, ahora en el Palacio del Arte, y con cuatro toros de Torreón de Cañas, se saldó con el corte de cinco orejas y la entrega arrebatada de un público que lo quiere mucho y lo alienta en todo momento, no obstante que en algunos pasajes no hubo la redondez esperada, porque tampoco ninguno de los toros terminó de romper.
Sin embargo, la corrida fue muy emocionante porque el moreliano, fiel a su estilo, salió a entregarse sin reserva, y quizá lo más destacado haya sido su fácil y certero manejo de la espada, que fue lo que ayudó, en gran medida, a conseguir un resultado más que satisfactorio y una esforzada Puerta Grande, delante tras lidiar cuatro toros de Torreón de Cañas que dieron poco juego en su conjunto.
De las cuatro distintas lidias, hubo de todo, aunque no mucha variedad con el capote, ya que solamente toreó a la verónica, por chicuelinas, e hizo un quite por tafalleras. Pero lo más interesante fue la entrega desplegada y las ganas de querer agradar a un público a favor, que lo alentó siempre. Con los dos primeros toros de la corrida, Fonseca estuvo más estructurado y con un punto de mayor cabeza para darles la lidia adecuada, lo que le permitió ejecutar muletazos de distinto acabado.
Y con los dos últimos hubo menos redondez, sobre todo en el sexto, un toro andarín y no fácil, que terminó desarrollando sentido cuando supo lo que dejaba atrás. Con este se vio, ciertamente, un tanto desbordado, pero con el corazón bien puesto para terminar la lidia de una excelente estocada que le puso en las manos las dos últimas orejas de la tarde.
De hecho, el trofeo conseguido en el quinto fue un tanto benévolo, si se considera que mató de una estocada corta, desprendida, pero que provocó rápidos efectos, y fue la de menor relevancia que las otras tres, ejecutadas a una larga distancia, pues así le gusta colocarse, un paso más atrás de lo habitual, porque afirmó en la transmisión de One Toro que así lo ve claro y es su tranquillo. Hoy, esa forma de colocarse para entrar a matar le granjeó excelentes dividendos.
Consciente de que aún tiene mucho camino por recorrer, y cosas técnicas por pulir, Fonseca sigue sumando triunfos y seguidores, gracias a su espontaneidad y ambición.
La rejoneadora Estefanía Uribe tuvo una digna actuación, pues apenas se trataba del segundo festejo formal que toreaba en su corta pero prometedora carrera. Haciendo gala de una buena doma y de una cuadra en la que hay caballos experimentados y maduros, y con ellos solventó las complicaciones de un novillo Zacatepec, que solía derrotar con la cara arriba y al que le clavó banderillas en distintos terrenos, confiándose paulatinamente, aunque sin terminar de estructurar su faena.
El cuarto de la tarde, un novillo de Marrón que fue bueno y tuvo calidad, le permitió confiarse por completo en una faena de menos a más en la que terminó por convencer al público, que vio con mucho agrado su desempeño. Y de haber estado fina con el rejón de muerte, hubiera cortado una merecida oreja.
Es muy importante que sigan surgiendo nuevos nombres en los carteles, y en este sentido, Estefanía representa un aire fresco para la Fiesta y el rejoneo, que hoy vive en México, un momento que se debe aprovechar para el futuro a mediano plazo. Al final de la corrida, Isaac salió de la plaza hombros, rodeado de muchos niños, lo cual es importante en estos tiempos complicados para la Fiesta.
Ficha Morelia, Michoacán.- Corrida mixta extraordinaria y benéfica. Menos de tres cuartos de entrada. Un novillo de Zacatepec (1o., de rejones) y otro de Marrón (4o., rejones), bravo. Y cuatro de Torreón de Cañas, bien presentados, de poco juego en general. Pesos: 312, 502, 487, 346, 450 y 452 kilos. La rejoneadora Stefanía Uribe: Ovación tras aviso y vuelta tras aviso. Isaac Fonseca (frambuesa y oro): Oreja, oreja, oreja con ligeras protestas y dos orejas. Incidencias: Sobresalió en banderillas Gustavo Campos que saludó una ovación en el 5o. Actuó como sobresaliente de espada el matador Gerardo Sánchez, de Tlaxcala, al que Fonseca le permitió intervenir en un quite por chicuelinas durante la lidia del 5o. Al final del paseíllo se tributó un minuto de aplausos a la memoria de Enrique Iriarte "El Moreliano", fallecido en días recientes.