La tercia de toreros le puso color y sabor a una tarde amenazada por la lluvia en la corrida que cerró el serial taurino del Carnaval Autlán. El resultado es que Antonio Ferrera y Juan Pablo Sánchez salieron de la plaza en volandas al cortar un par de orejas cada uno, y de Leo Valadez que si bien salió por su propio pie, firmó una dignísima actuación. Se lidió un encierro de San Constantino, impecablemente presentado y que dio buen juego, a excepción del toro de regalo.
Antonio Ferrera tuvo en el segundo de su lote una actuación brillosa. Entonado desde el capote metió en los vuelos azules del percal las suaves embestidas de "Aficionado" toro de 465 kilos; ya en la muleta ejecutó un recital entonado de toreo expresivo y variado.
Como tuvo materia prima dibujó trazos largos y lentos, de zapatillas muy quietas por ambos pitones, en los que se asomó la personalidad del torero: de usar desde el rostro hasta la cintura, como instrumento al servicio de la expresión. Cortó dos orejas con el aval del tendido, pues en un primer viaje con el acero pinchó y encontró un estoconazo en el segundo intento.
Con su primero también se mostró pleno, con ese "Autlense" de 515 kilos que abrió plaza, abrevó en los derechazos suaves y el toreo en redondo, el toro metía la cabeza con calidad, lástima que duró muy poco. El matador fue llamado a saludar al tercio.
Juan Pablo Sánchez sacó lo menos agradable del encierro y para decir verdad, las tandas toreadas con el temple que lo caracteriza las tuvo con el primero de su lote, se llamó "Amigo Regidor" y pesó 506 kilos. Los vuelos de la muleta llevaron lento las embestidas por izquierda y por derecha en redondo. No anduvo fino con el acero y escuchó un silencio. A su segundo le puso chispa y alegría, saliéndose un poco de su estilo, con recursos de rodilla en tierra y un toreo arrebatado al ritmo de "Pelea de Gallos" volvió a fallar con el acero, y saludó una ovación.
Con la espina clavada anunció un toro de regalo, que se llamó "Bravo" y que fue cualquier cosa menos eso, el lunar del encierro no le hizo honor a su nombre y desde los primeros compases anunció la mansedumbre, Juan Pablo lidió de pitón a pitón y, sobre todo, se puso un arrimón en que la punta del cuerno derecho acariciaba las lentejuelas de su taleguilla, fue una lidia breve que se rubricó ahora sí con una gran estocada, que fue premiada con dos orejas.
A Leo Valadez le vino bien una decisión un tanto extraña del biombo, el toro anunciado para cerrar el carnaval, mostró señales de calambres de los que suelen corregirse al descongestionarse en el caballo, aún así el juez ordenó el cambio de toro y el que salió fue "Noble" de nombre y comportamiento.
Desde el saludo capotero con la verónica Leo toreó con temple, le puso chispa con las banderillas que él mismo colocó y se prodigó en una faena larga en donde abundó el toreo vertical, de zapatillas fijas en la arena, de buen gusto y variados recursos: derechazos, naturales, en redondo y en la línea, una arrucina, dosantinas y para abrochar la faena con manoletinas de rodillas. Igual que Ferrera, pinchó en el primer intento y metió un espadazo en el segundo viaje, pero a Leo el bimbo solo le otorgó una oreja.
Así cerró el carnaval de Autlán con una tercia de toreros que con distintos sabores, mantuvo en su localidad a una afición que aguantó con gusto los episodios de llovizna que no aguaron la fiesta.
Ficha Autlán de la Grana, Jal.- Plaza "Alberto Balderas". Cuarta y última corrida de carnaval. Más de tres cuartos de entrada, en tarde nublada. Toros de San Constantino (6o., sobrero sustituto, y 7o., como regalo), bien presentados y que aportaron embestidas nobles y de calidad; a algunos, como el 1o. y el 5o. se apagaron pronto, y sólo el 7o. fue el lunar del encierro. Pesos: 515, 506, 622, 465, 505, 526, 519 y 491 kilos. Antonio Ferrera (grosella y oro): Ovación y dos orejas. Juan Pablo Sánchez (obispo y oro): Silencio, ovación y dos orejas en el toro de regalo. Leo Valadez (obispo y oro): Silencio y oreja.