El año 2023 también se llevó a un gran taurino: José Luis Garay, yerno del maestro Silverio Pérez y fundador de la Feria de Texcoco, como consecuencia de una enfermedad que lo mantuvo varias semanas muy delicado de salud, y fue el 31 de diciembre cuando dejó de existir luego de haber afrontado con mucha entereza su enfermedad, con el apoyo y la compañía de toda su familia.
José Luis Garay García nació en Cádiz, España, el año de 1942 y siendo muy pequeño, su familia se trasladó a México junto con sus cinco hermanos, de los cuales él era el mayor. Estudió ingeniera y se distinguió por ser hábil y exitoso para los negocios. Tuvo gran sentido de la amistad, el trabajo y la responsabilidad.
Junto con don Antonio Ariza fue uno de los fundadores de la Feria Internacional del Caballo, que puso en el firmamento ecuestre y taurino a Texcoco, Estado de México, lugar en el que radicaba y donde contrajo matrimonio con Consuelo Pérez Domínguez, hija del Faraón, Silverio Pérez y de María de la Paz Domínguez, mejor conocida como "La Pachis".
Hombre de negocios, comerciante, Pepe también fue empresario y ganadero, pues en 1975 incursionó en tales labores al fundar la divisa obispo, verde y oro, con el nombre de De Paula, en el rancho "La Biznaga", ubicado en Hidalgo. El simiente que tenía era vacas de Peñuelas y sementales de San Martín, La Huertas y Villalpando.
En 1980 se asoció con Humberto Arias y a la muerte de éste, ocurrida en 1986, acabó por quedarse con la totalidad de la ganadería que puso a nombre de su esposa, Consuelo Pérez, y andando los años trasladó todo el ganado al rancho "El Cajón", en Lagos de Moreno, Jalisco.
Lidió por primera vez en Texcoco, el 15 de septiembre de 1984, cuatro toros que estoquearon Jorge Carreño y Miguel Cepeda "El Breco", mano a mano. Debutó en la Plaza México el 10 de agosto de 1989 con una novillada de la que dieron cuenta Alejandro Rodríguez "El Cano", Jorge Cantú "El Gallo", José Antonio Reynoso, Fernando de la Cruz, Bernardo Rentería y Gabriel Meléndez.
Pepe fue un hombre sencillo y trabajador que supo ganarse el cariño de la gente por su educación y amabilidad. En el medio taurino fue un apreciado amigo que siempre buscó ayudar a quien lo necesitara y tuvo una inmensa afición taurina, pues se le veía seguido en distintas plazas del país con su contagioso entusiasmo.
Desde esta redacción enviamos nuestro sincero pésame a su familia por tan irreparable pérdida. Descanse en paz.