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Germán Urueña apoya a toreros colombianos

Miércoles, 20 Dic 2023    CDMX    Redacción | Foto: Archivo   
Como nuevo embajador en México de "Atardecer Taurino"
En vista de que los toreros retirados de Colombia han sido relegados al ostracismo por la comunidad y las mismas autoridades gubernamentales, además de que muchos de ellos no cuentan tan siquiera con un Seguro Social para su salud, un grupo de profesionales han conformado una asociación que promete velar por ellos.

Se trata de la denominada "Corporación Atardecer Torero", que trata de que las propias autoridades los reconozcan y les den lo más esencial para poder vivir, ya que por ahora ninguna institución se ha preocupado por ellos, algunos de los cuales han muerto en trágicas condiciones por el abandono y la desesperación.

Este proyecto solidario, cuya mesa directiva está conformada por José Porras, como presidente; Pedrín Castañeda, vicepresidente, Leonidas Manrique, tesorero y Enrique Calvo "El Cali", como fiscal, busca reivindicar la figura del Torero Adulto Mayor en estado de desprotección.

En México, el matador en retiro colombiano, Germán Urueña, fue nombrado como Embajador de Buenos Oficios, ante la afición taurina mexicana y con su apoyo se gestionen también aquí las acciones necesarias para los toreros de la tercera edad.

No hemos tenido el respaldo de los empresarios, ni del colectivo, ni de los ganaderos, aquí cada quien va a lo suyo. Vamos a tocar todas las puertas y entre todos vamos a hacer posible que se nos escuche. En Colombia, queremos hacerle una visita a la Vicepresidente y a la ministra del Ministerio de Igualdad y Equidad

Somos una especie en vías de extinción, despiadadamente desconocidos por los entes gubernamentales y perseguidos despiadadamente por grupos animalistas y agrupaciones políticas que nos dejan en una situación muy complicada, expresó Porras.

Espera que, con el apoyo de todos, en Colombia se logre tener un lugar en donde los toreros de la tercera edad tengan un lugar donde vivir dignamente y pasar sus últimos años de vida, en un lugar campestre y no condenados a los pasillos lúgubres de un asilo de ancianos.


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