La ganadería de Xajay cumple cien años, y lo celebrará por todo lo alto con una interesante corrida de toros este viernes en la rumbosa plaza de Juriquilla, donde se darán cita varias figuras del toreo, amigos del ganadero Javier Sordo, que van a torear este festejo tan significativo en la vida del hierro queretano.
Porque no es frecuente ver a toreros de la talla de Diego Ventura, Sebastián Castella o Alejandro Talavante acceder a lidiar nada más que un toro, así que el evento reviste un especial interés, con la participación añadida de El Payo, Juan Pedro Llaguno e Isaac Fonseca, además del novillero español Marco Pérez.
La historia de Xajay se remonta a mucho tiempo atrás, casi a finales del siglo XVIII, y su base genética fue una amalgama de distintas procedencias criollas y españolas, tal y como era antes de que la crianza del toro se profesionalizara. Al cabo del tiempo, y después de pasar por varias manos, a los señores Jorge y Edmundo Guerrero se acredita su fundación formal hace 100 años. Ellos encaminaron el futuro de Xajay por la senda del éxito y así fue como la divisa verde y rojo comenzó a destacar.
Cuatro décadas después, los Guerrero vendieron la ganadería al renombrado arquitecto y gran aficionado don Juan Sordo Madaleno, y a partir de 1963 se fue eliminando lo que había para dar pie a una nueva etapa con sangre de encaste San Mateo, vía Javier Garfias.
Las riendas de Xajay estuvieron en manos de su hijo José Juan Sordo hasta su lamentable fallecimiento, acaecido el 18 de octubre de 1974, y más tarde Javier se hizo cargo de Xajay para honrar la memoria de su hermano mayor. En todo este tiempo, terminó de consolidar un rompecabezas genético que ya tiene un sello propio con las distintas incorporaciones de encaste Santa Coloma que han ayudado a fortalecer su simiente.
A lo largo de estos últimos 60 años, Xajay ha sido una ganadería constante en el triunfo, siendo su bastión la Plaza México, escenario donde se recuerdan varios toros de bandera inmortalizados por distintos espadas.
La lista es larga, pero en la memoria colectiva de los aficionados se encuentran algunas faenas muy importantes, como aquella de Manolo Martínez a "Gotita de miel", el 2 de febrero de 1979, pero el trabajo realizado por Javier Sordo comenzó a ver frutos en los noventa, con el bravo toro de nombre "Consentido", al que Federico Pizarro le tumbó el rabo el 26 de marzo de 1995; o "Altruista", indultado por Leonardo Benítez el 14 de diciembre de 1997, mientras que El Juli brilló con "Amapolo" y "Caminante", a los que cortó cuatro orejas tras una actuación memorable, el 5 de febrero de 1999.
En la siguiente década, Fernando Ochoa se topó con "Pa’enero", el 7 de diciembre de 2008, al que le perdonó la vida, y Arturo Macías con el magnífico "Cuatro Caminos", que terminó de encumbrarlo al año siguiente, el 29 de noviembre de 2009; y qué decir del encastado "Gibraltar", al que Sergio Flores indultó el 8 de febrero de 2015. Y como éstas faena, otras tantas tardes de gloria en varias plazas de provincia.
Xajay cumple 100 años y la familia Sordo seis décadas de apasionada entrega en la crianza del toro, y ahora la siguiente generación ya está dispuesta a asumir su histórica herencia en tan noble y difícil oficio, el de criar reses bravas.