La Plaza Arroyo concluyó su temporada de novilladas el viernes pasado, y aunque la encerrona de Emiliano Osornio no tuvo la brillantez esperada, no cabe duda de que el coso de Tlalpan siempre ha sido un magnífico escaparate para los toreros que apenas comienzan.
De hecho, en marzo pasado se dieron cuatro novilladas de oportunidad de las que surgieron varios nombres interesantes, entre ellos el de César Ruiz o el del propio Osornio, y en esta campaña organizada por el empresario Pepe Arroyo, también hay que apuntar en esa lista a Bruno Aloi como otro de los espadas que no hay que perder de vista, sin descartar a Jesús Sosa, Eduardo Neyra o César Pacheco, entre otros.
Desde un principio, 2023 estaba llamado a ser el año de los novilleros. La programación de novilladas en distintas plazas, con el liderazgo de la plaza "San Marcos" de Aguascalientes por delante en el calendario, auguraba muchos puestos para los toreros en ciernes. Pero al cabo del paso de los meses, dos empresas decidieron cancelar los certámenes anunciados en los cortijos de "Los Fernández" de Guadalajara, y "Campo Alegre" de León, circunstancia que vino a desanimar al sector novilleril y a convertirse en un mal augurio para el resto del año.
Al final, ese duro revés se ha ido minimizando debido a que la empresa Espectáculos Monterrey y la Plaza Arroyo, han cargado con el peso de la responsabilidad de dar novilladas de una manera entusiasta y comprometida. EMSA ha ofrecido un total de 19 festejos de este tipo, mientras que Arroyo sumó diez más a su largo e importante historial.
Si se añaden las novilladas de la temporada de la "San Marcos" y las novilladas que hubo en Guadalajara, donde Bruno Aloi y Axel López fueron los triunfadores más notables, además de las que están programadas en León, EMSA será la empresa con más novilladas celebradas a lo largo del año, con un total de 22; es decir, casi el 30 por ciento de la totalidad de las novilladas celebradas hasta ahora.
Por otra parte, es imperativo que la programación de novilleros se haga con un mayor rigor con el propósito de que la criba sea estricta, pues no tiene ningún caso desperdiciar puestos para toreros que no apuntan cualidades suficientes para llegar a ser matadores de alternativa.
El objetivo es que los novilleros que realmente valen para la profesión se sigan curtiendo en plazas de todo el país y se den a conocer entre la afición, ya que la intención es que reciban la alternativa con ambiente, con la finalidad de que el relevo generacional siga avanzando de manera fluida.
La escasez de puestos en el escalafón mayor ha obligado a muchos toreros a apretarse los machos, sabedores de que la rivalidad en el ruedo ha ido en aumento, y que al existir menos corridas es fundamental llamar la atención de las empresas desde que se está en la etapa novilleril.