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Fonseca en Madrid, el Día de la Raza

Jueves, 12 Oct 2023    CDMX    Juan Antonio de Labra | Foto: Plaza 1           
Sorteó un gran toro, el tercero, y el sexto le dio una fuerte paliza
Isaac Fonseca se vio obligado a remontar un hecho incontestable: no haber cortado las orejas del primer toro de su lote, un ejemplar con el hierro de Toros de Cortés (ganadería hermana de Victoriano del Río) al que hizo lucir mucho porque fue generoso con él y le dio distancia en los cites, tal y como gusta tanto en Madrid.

A aquel dechado de boyantía y buen estilo llamado "Bolero", Fonseca le planteó una lidia alegre, dinámica y variada desde el saludo con el capote (larga cambiada de rodillas, verónicas, quite combinado, etcétera), pero a la hora buena, cuando tenía que apretar el paso y ceñírselo, esto no sucedió, un hecho que un sector del público, el más rigorista, le echó en cara con justa razón.

Y si bien es cierto que la faena tuvo ligazón, ritmo y temple, esta falta de ajuste en los embroques, en los remates de los pases de pecho, y en otros pasajes del trasteo, acabó por hacerlo ver por debajo de un toro que tuvo un primer momento en que embistió con mucho tranco a la muleta del mexicano, rebosándose de lo lindo, lo que hubiese permitido a Isaac encontrar el sitio correcto para colocarse y torear con más profundidad.

Al final, "Bolero" se fue con las orejas en su sitio al destazadero, y sin duda que este hecho pesó en el ánimo de Fonseca, que bien sabe lo difícil que es que un toro te embista con tal entrega y transmisión en Las Ventas, sobre todo para que el público se vuelque por completo cuando las cosas se le hacen con mayor pureza.

Visto lo visto, en el sexto salió a arrear, fiel a su indómita raza, que la tiene y siempre hace gala de ella (como hoy, en el Día de la Raza, precisamente), ahora delante de un toro colorado, alto y feo de hechuras, como casi toda la corrida y, por cierto, muy bien enlotado con "Bolero", que aún sin tener remate y una cara muy paliabierta, acabó cantando bonito en sus embestidas, quizá como pocos se hubiesen aventurado a predecir.

Con este otro ejemplar, del hierro de Victoriano del Río, llamado "Verbenero", el torero de Morelia estuvo igualmente dispuesto desde el comienzo de la lidia, sin desaprovechar tampoco su turno en quites (como así sucedió en toda la tarde, siendo el único torero del cartel que hoy intervino en quites). Comenzó la faena toreando por alto, sin importar que el toro salía suelto y un tanto distraído de la tela, y le dio un par de cambiados por la espalda sin ningún eco en el tendido. Luego, a mitad de un natural, en el que el toro no venía embebido en la tela, Fonseca sufrió una voltereta, de la que cayó a la arena y quedó a merced de "Verbenero", que lo cogió por el espaldar de la chaquetilla y se la atravesó de manera dramática, pero, afortunadamente, sin herirlo.

Con la cara ensangrentada, el aguerrido mexicano volvió a la cara del toro para dejarse llevar por el instante de emoción y espanto del público, y dedicarse a terminar una faena cargada de valor y arrebato –independientemente de las formas–, ya cuando ése era el recurso que tenía a mano para intentar cortarle la oreja al toro.

Una estocada yéndose por derecho, sin la colocación acertada (la espada quedó un tanto contraria y perpendicular), impidió que el toro doblara con prontitud y ya no le alcanzó al mexicano para que la petición creciera y ver así culminada su labor con un premio que hubiese sido más que merecido, por el despliegue de espectáculo que ofreció esta tarde en Madrid, la segunda de su carrera como matador de toros.

Pero lo verdaderamente trascendente era haberle tumbado las orejas a "Bolero" y salir a hombros de una vez, para romper así esa especia de maleficio de más de medio siglo de los nuestros en esta plaza. Porque la lidia de ese toro fue mas bien una nostálgica remembranza del gran compositor cubano César Portillo de la Luz y su famoso bolero "Contigo a la distancia".

Alejandro Talavante hizo una entonada faena al quinto, un toro que traía un auténtico “sombrero de charro” en la testa. El extremeño había estado resolutivo con el soso segundo, y con éste, lidiado en quito lugar, se motivó más porque parecía que el de Victoriano del Río terminaría por romper, pero no fue así.

De cualquier manera, Talavante lo toreó metido en su terreno para sacarle partido, y la gente acabó por reconocer distintos detalles de una faena estructurada y con ribetes artísticos, como fueron, por ejemplo, esos dos inesperados faroles invertidos, emotiva evocación del maestro Calesero, con los que saludó a este toro, o algunos muletazos por alto, mayestático, en el inicio de una entonada faena que concluyó con una estocada contraria y perpendicular, y una sonora ovación en el tercio.

A Manuel Jesús "El Cid" lo quieren en Madrid, y hoy no tuvo la buena suerte de otras veces, ya que siempre se ha llevado toros de Puerta Grande, como el que le tocó a Fonseca. El torero de Salteras, que sustituía a Morante, y que en esta reaparición en los ruedos apenas y ha toreado, estuvo correcto, aseado, y dejó algunos buenos naturales con los dos toros de un lote que, siendo noble, no terminó de romper, con esos característicos "medios toros" que, en la plaza de Madrid no agradan del todo, y sin no te inventas algo más, no acaba por pasar nada.

Cabe señalar su facilidad estoqueadora, la asignatura pendiente de su paso por esta plaza, ya que hoy mató a los toros de sendas estocadas arriba, al primer viaje, un tanto traseras, pero de una limpia ejecución, que le valieron el reconocimiento de un público que lo mira con cariño y buenos ojos.

Así concluyó la temporada madrileña, en la que un total de siete paisanos pisaron su ruedo (cinco matadores de toros, un novillero y un rejoneador), y a la espera de que en 2024 sigan dando la cara por México y haciendo un buen papel, pues eso le viene muy bien a la Fiesta de este lado del Atlántico.

Ficha
Madrid, España.- Plaza de Las Ventas. Corrida de la Hispanidad, última de la temporada. Casi lleno, en tarde agradable. Tres toros de Victoriano del Río (4o., 5o. y 6o.), uno de Toros de Cortés (3o.) y dos de Garcigrande (1o. y 2o.), que reemplazaban a los de Núñez del Cuvillo inicialmente anunciado. Encierro desigual en hechuras, con varios toros sin la belleza del trapío, del que destacó el 3o. por su transmisión y boyantía. El 4o. y el 5o. fueron manejables, pero sin fondo. El 1o. y el 2o., deslucidos. El 6o., noble y deslucido. Pesos: 610, 595, 540, 581, 551 y 595 kilos. Manuel Jesús "El Cid" (azul purísima y oro), que sustituía a Morante de la Puebla: Palmas y silencio tras aviso. Alejandro Talavante (tabaco y oro): Silencio y ovación tras petición, con aviso. Isaac Fonseca (marfil y oro): Palmas y ovación tras petición. Incidencias: Sobresalió en banderillas Juan Carlos Rey, que saludó en el 3o. y en la brega, Raúl Ruiz, que toreó con temple a ese mismo toro y banderilleó con torería al 6o. Mario Benítez fue ovacionado por haber picado bien al 4o. Al finalizar el paseíllo se interpretó el himno de España. Posteriormente, el público sacó a saludar a El Cid.

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