La temporada mexicana se está animando cada vez más con la presencia de Pablo Hermoso de Mendoza, que ya comenzó su intensa gira de despedida en distintas plazas del país, y este sábado tocará turno de torear en la Monumental "Vicente Segura" de Pachuca, a escasos 90 kilómetros de distancia de la Plaza México.
Así que esta será la plaza más grande que Hermoso pisará cerca de la capital, lo que reviste un hecho significativo que ha generado una magnífica expectación, y todo apunta a que el coso hidalguense se llenará porque el cartel cuenta con un doble atractivo: Joselito Adame y Ernesto Javier "Calita", quienes lidiarán toros de Boquilla del Carmen.
En este caso, Joselito reaparece en México tras su breve y exitosa temporada española, en la que toreó diez corridas, dos de ellas en plazas de relevancia, como Burgos y Valladolid. Y regresa a Pachuca donde hace exactamente nueve años, el 19 de octubre de 2014, tuvo la primera encerrona de seis toros de su carrera, con la plaza casi llena, y la confirmación de su jerarquía en aquel año en que sumó un total de 71 corridas en distintos países.
Por su parte, Calita ha sido el líder del escalafón durante los últimos tres años, y actualmente está a la cabeza de los toreros mexicanos con 30 paseíllos en su casillero. Pero al margen de los números, que siempre son importantes si se los sabe leer, el torero mexiquense atraviesa por el mejor momento de su carrera, tal y como quedó demostrado en la tarde en que ratificó su alternativa en Madrid.
De esta manera, el cartel resulta atractivo por donde se mire, incluida la ganadería zacatecana de Manuel Sescosse, que ha tenido triunfos puntuales en varios escenarios, no sólo lidiando sus toros para las corridas de toreros a pie, sino también cuando ha enviado toros de rejones. De ahí, que Hermoso se haya decidido por este hierro para Pachuca, por lo que será interesante ver completo el encierro.
La inercia de la gira de despedida de Pablo será magnífica, y habrá que ir pensando, como ya apuntaba en el comentario del jueves anterior, en la consolidación de las nuevas caras del toreo mexicano, con su pujante "Generación del 22", ya que es necesario que el púbico empiece a identificarlos y seguirlos.
Asimismo, habría que tener en cuenta que muy pronto México se quedará sin ídolos taurinos extranjeros, figuras del toreo que han llenado las plazas a lo largo de los años, y alrededor de cuyos nombres se han confeccionado carteles que han servido para apuntalar a los toreros que iban surgiendo.
En dicho sentido, no sería descabellado pensar en Andrés Roca Rey como punta de lanza para encabezar un movimiento regenerativo, tal y como ha sucedido en España, y en este caso con la firme intención de atraer más público joven a los tendidos y con ello procurar la renovación de la afición mexicana.