Una doble recompensa
Estuvieron esforzados y pasearon el trofeo en el coso mexiquense
Cuando parecía que José Mauricio iba a ser el único triunfador de la corrida celebrada hoy en "Cinco Villas", Héctor Gutiérrez no se quedó atrás y también cortó una oreja; en ambos casos, después de haber hecho un gran esfuerzo para solventar la papeleta, de la misma manera en que Miguel Aguilar, el otro espada del cartel, debido al escaso juego del encierro de José Julián Llaguno.
Y después del grato sabor de boca que dejó ayer entre el público el toro "Yerno" lidiado en Zacatecas, hoy no pudo ser porque ninguno de los ejemplares del mismo hierro lidiados en el coso de Santiago Cuautlalpan, permitió el lucimiento esperado. Por eso es tan difícil ser ganadero, ya que, siendo toros hermanos de la misma camada, esta tarde todo quedó en una presentación impecable, algo habitual en esta divisa, y poco más.
De ahí el mérito de la terna que toreó en “Cinco Villas”, con un público deseoso de ver faenas, y una tarde soleada y calurosa que terminó muy desapacible, pues el viento sopló de manera intermitente y acabó lloviznando.
Con todos estos elementos a la contra, los toreros hicieron el esfuerzo cada uno con sus argumentos, y si José Mauricio le arrancó una merecida oreja al cuarto tras poderle y luego de ejecutar una magnífica estocada, Héctor Gutiérrez hizo lo propio con un toro de regalo, el hierro de San Pablo, feo de tipo, que terminó moviéndose sin clase al que el hidrocálido también le hizo fiestas, tal y como lo había conseguido con los dos de su lote.
El festejo empezó con pocos augurios, ya que el toro que abrió plaza fue flojo, una denominación común de todo el encierro de José Julián Llaguno, y tuvo que torearlo con mimo en una faena tan aseada como larga, antecedente de lo que vendría después: un trasteo con pasajes de reciedumbre, sobre todo cuando toreó con mando a un toro que se iba suelto de la tela y se refugiaba en tablas.
Héctor había estado muy entonado con el segundo de la tarde, el de mayor corpulencia de la corrida, al que le hizo un estoico quite por gaoneras, y más tarde toreó con determinación, en medio del interés de un público entendido que disfrutó cuando vinieron los recursos de las tersas dosantinas que calentaron el ambiente.
Una estocada baja le impidió obtener un primer trofeo, y poco pudo hacer con el quinto, que se echó en los primeros compases de una faena que, afortunadamente, terminó de una buena estocada cuando todo mundo pensó que, al echarse el toro, no iba a haber forma de levantarlo.
Por eso la empresa le regaló el sobrero, quizá con el afán de que la tarde terminará de otra manera, y aunque tal vez no era tan necesario echar mano de dicho recurso, al final le salió bien a las dos partes, pues Héctor volvió a estar muy entregado, y terminó por tumbarle esa valiosa oreja al de San Pablo que cerró plaza, y así le devolvió el buen ánimo al público.
Con menos suerte corrió Miguel Aguilar, que regresaba a esta plaza después de haber toreado aquí como novillero hace varios años, pero los dos toros de su lote apenas le dejaron mostrarse y apenas dejó algunos destellos de su sólido valor sobre el albero.
Con el ánimo de seguir haciendo Fiesta, la empresa de Luis Marco Sirvent anunció una corrida para el domingo 15 de octubre, en la que actuarán Arturo Saldívar, Sergio Flores y el español David Galván, quienes lidiarán un encierro de Torreón de Cañas.
Ficha
Santiago Cuautlalpan, Méx.- Plaza "Cinco Villas". Tres cuartos de entrada, en mediodía caluroso y con llovizna a partir del 4o. Toros de José Julián Llaguno, bien presentados, variados de capas, y poco juego en su conjunto por su falta de fuerza y duración. Y uno de regalo de San Pablo (7o., como regalo), basto de hechuras, deslucido. Pesos: 490, 535, 480, 520, 475, 470 y 500 kilos. José Mauricio (blanco y oro): Ovación y oreja. Héctor Gutiérrez (azul marino y oro): Vuelta tras ligera petición, palmas y oreja. Miguel Aguilar (grana y oro): Silencio y silencio tras aviso. Incidencias: Destacó en varas Erik Morales, qué pico muy bien al 4o.y al final fue ovacionado en los medios. Cristhian Sánchez clavó buenos pares al 6o. y fue ovacionado. Antes de comenzar la corrida hubo un espectáculo ecuestre a cargo de Paul Guerrero, mientras que el charro Juan Antonio Hernández Pimentel estuvo floreando la reata. La porra "El Campanero" le entregó a José Mauricio un reconocimiento después del paseíllo.
Santiago Cuautlalpan, Méx.- Plaza "Cinco Villas". Tres cuartos de entrada, en mediodía caluroso y con llovizna a partir del 4o. Toros de José Julián Llaguno, bien presentados, variados de capas, y poco juego en su conjunto por su falta de fuerza y duración. Y uno de regalo de San Pablo (7o., como regalo), basto de hechuras, deslucido. Pesos: 490, 535, 480, 520, 475, 470 y 500 kilos. José Mauricio (blanco y oro): Ovación y oreja. Héctor Gutiérrez (azul marino y oro): Vuelta tras ligera petición, palmas y oreja. Miguel Aguilar (grana y oro): Silencio y silencio tras aviso. Incidencias: Destacó en varas Erik Morales, qué pico muy bien al 4o.y al final fue ovacionado en los medios. Cristhian Sánchez clavó buenos pares al 6o. y fue ovacionado. Antes de comenzar la corrida hubo un espectáculo ecuestre a cargo de Paul Guerrero, mientras que el charro Juan Antonio Hernández Pimentel estuvo floreando la reata. La porra "El Campanero" le entregó a José Mauricio un reconocimiento después del paseíllo.