El toreo con su teoría y con su duende...
Al protagonizar una jornada emotiva en el Palacio del Arte
El día de hoy se revitalizó el toreo en el Palacio del Arte de Morelia, en evocación directa al poeta de Granada, autor de la premisa de que el torero mordido por el duende da una lección de música pitagórica y hace olvidar que tira constantemente el corazón sobre los cuernos.
Tal postulado resultó un traje a la medida para la obra que realizó José Mauricio ante su primer turno, pues desde sus asentados lances a la verónica que hicieron las veces de prólogo, reafirmó que el toreo es una actividad artística, donde la inspiración aparece de protagonista.
Un péndulo fue su declaración de intenciones con el que hizo ver la codicia de "Clandestino", burel al que instrumentó derechazos largos y tersos; pieza global en la que Mauricio anduvo con aire de dueño en los que se gustó en el toreo al natural, mismo que supo combinar con elegantes cambios de mano en la cara del astado.
A pesar de que al final de la faena el ejemplar tuvo la tendencia de buscar las tablas, Mauricio aplicó el toreo en redondo e incluso tuvo que acortar las distancias para rubricar con manoletinas que, para ese momento ya tenían a la plaza boca arriba, al ver a un torero que se olvidó de la teoría y jugó con el duende. Dos orejas.
Sergio Flores debutó en esta plaza y lo realizó con el pie derecho al indultar a "Saltillero", No. 73 de 460, una faena que dedicó a César Morales y a Joel Delgado "Panita", luego del aparatoso tumbo que recibió el varilarguero; para dar paso a una obra en la que Sergio supo esperar, donde a base de poder y dominio, develó la nobleza de un toro que permitió muletazos de pitón a rabo por el lado derecho.
El toreo académico convivió con la algarabía del público que disfrutó las cualidades del animal berrendo en cárdeno, bontinero, bien puesto de encornadura, al que dibujó el toreo con solera con aderezo de molinetes y limpios pases de pecho, ante la petición unánime del perdón que finalmente se concedió. Quedó constancia de un pleno conocedor del ejercicio de la lidia.
Armillita dejó en claro el buen momento profesional por el que atraviesa, ya que pechó quizá con el lote menos potable del encierro, lo que no fue motivo para que hiciera gala de recursos ante un primer colaborador débil de remos al que Fermín aplicó una tauromaquia recia. con la que logró cuajar tandas largas por el lado derecho del ejemplar; al que encontró la distancia. Un toreo que no se dejó nada en el tintero, que acortó las distancias cuando fue necesario. El intelecto en conjunto con la apasionada entrega también tiene su recompensa.
Notable capacidad lidiadora la que demostró Tarik Othón el día de hoy, con faenas estructuradas, una doma acompañada de un portentoso temple que le permitió citar a sus astados de largo, en varias ocasiones, para emocionar al cónclave con rejones al quiebro, encelando al sus ejemplares cuando fue necesario y toreando de manera brillante a la grupa. Tarik será un nombre que, por su calidad de concepto, podremos escuchar a través del tiempo. Su cita a espadas le privó de una cantada salida en hombros.
Un bravo y enrazado encierro de Arroyo Zarco permitió recordar varios de los elementos vitales de esta ancestral puesta en escena, donde el toro tiene su órbita y el torero la suya; porque ya lo dijo el referido literato... El duende no se repite, como se se repiten las olas del mar en la borrasca.
Ficha
Morelia, Mich.- Palacio del Arte. Corrida de La Independencia. Tres cuartos de entrada en tarde calurosa. Toros de Arroyo Zarco, bien presentados, de buen juego en términos generales, con raza y genio, entre los que destacó el 2o., que recibió arrastre lento y el 7o., que fue indultado. Pesos: 370, 472, 470, 466, 456, 452 460 y 503 kilos. El rejoneador Tarik Othón: Ovación tras aviso en su lote. José Mauricio: Dos orejas y ovación tras aviso. Sergio Flores: Oreja y dos orejas y rabo simbólico tras indulto. Fermín Espinosa "Armillita IV": Oreja y oreja. Incidencias: El toro indultado se llama "Saltillero", número 73, berrendo en cárdeno, con 460 kilos. Al final del festejo Sergio Flores recibió el trofeo patrio como máximo triunfador del festejo, el cual recibió de manos de Tomasina Esformes. El tlaxcalteca brindó la faena del segundo toro de su lote a su picador Jorge Morales y al banderillero Fernando Guerrero. Por su parte, Joel Delgado "Panita" saludó una sonora ovación tras dejar buenos pares de banderillas al 4o. Previo al festejo se rindieron honores a la bandera y al romper el paseíllo se guardó un minuto de silencio a la memoria del maestro Jaime Rangel, quien falleció hace algunos días. La corrida inició con casi media hora de retraso y duró tres horas y media.