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El arte pierde a Fernando Botero...

Viernes, 15 Sep 2023    CDMX    Redacción | Foto: CNN   
El pintor universal murió hoy a los 91 años de edad en Mónaco
Fernando Botero murió este viernes a los 91 años de edad en su casa del principado de Mónaco, donde se recuperaba de un cuadro de neumonía que lo aquejó durante los últimos días, motivo por el que deja un gran vacío en el universo de la gráfica y el arte contemporáneo.

El también escultor y filántropo nació en 1932 en Medellín, en su primera infancia, motivado por su tío Joaquín, se inscribió en una escuela de tauromaquia, dirigida por el banderillero Gabriel Arango "Aranguito", lo que resultó una experiencia inigualable para el artista que sintió desde una edad temprana una incomparable pasión por el universo taurino.

"Ahí empezó mi afición por el dibujo y la pintura, porque empecé muchos cuadros de toros, a lo mejor soy pintor por eso, aunque me faltó coraje para ser torero",  afirmó hace pocos meses el artista de origen humilde que inició su carrera como ilustrador en el periódico "El Colombiano" a finales de los años cuarenta del siglo anterior.

Exhibió sus primeros dibujos de toros y toreros en el almacén de Rafael Pérez, donde los aficionados compraban entradas para la plaza de toros y fue entonces cuando, por valor de dos pesos, vendió su primera obra. Durante la presentación de su libro "Bullfight: Paintings and Works on Paper", aseguró que fue este "amor puro hacia los toros" lo que le llevó a hacer su serie de pinturas dedicadas a la Fiesta.

La tauromaquia de Botero captó el espectáculo con su violencia y su belleza; la esencia del momento de aquellos elementos que están presentes como los trajes, el ruedo, la arena y el público presente. Aportó una visión única y auténtica del mundo taurino, capturando la esencia y hasta el más mínimo detalle de todo aquello que interviene como parte vital en la corrida. 

Además de su cercanía personal está la riqueza pictórica que encontró Botero en las corridas de toros. Refiriéndose al respecto, el pintor afirmó recientemente: "Los toros hacen la vida fácil al pintor porque es una actividad que ya de por sí tiene mucho color". 

Fue poseedor de un extraordinario virtuosismo técnico con permanentes guiños de la obra de Goya y Velázquez; la imagen deformada llevó a su pintura al terreno de lo grotesco, como un componente del humor crítico que expresaron gran parte de sus obras.

En palabras de Antonio Caballero, "los pesados y redondos toros y caballos de Botero, sus toreros nalgones, sus bailaoras de ancha pierna son, para empezar, boteros, y agrega: "Se ve que son unos toracos, sí. Pero a la  vez, salen al ruedo a jugar su papel en la fiesta boteriana con una ligereza casi de bailarinas de provincia. No son toros, sino boteros".


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