Amigo de toreros y ganaderos, pero principalmente amante del campo bravo, Edmundo Toca cumplió el año pasado 30 años como fotógrafo taurino en los diferentes medios donde ha publicado. Su afición, como a muchos, le viene de su padre, con quien iba a la Plaza México a disfrutar aquellas corridas de los años 80 sobre todo y con más gusto cuando actuaba el regiomontano Manolo Martínez, del que su padre era seguidor.

"Viendo torear a Manolo fue como me hice aficionado, fue el que prácticamente me metió en esto del toro".

Nacido el 9 de mayo de 1962 en el entonces Distrito Federal, Edmundo cursó una licenciatura de Administración, Mercadotecnia y Publicidad, y fue cuando le agarró sabor a lo de tomar fotografías, heredando el gusto de su padre y su abuelo.

"El video no me gusta tanto como la fotografía y tuve la buena fortuna de llevar muy buena relación con el maestro Negrete, que era un gran fotógrafo taurino. Ahora mis sobrinos también toman fotos, pero ya digitales, no como en nuestro tiempo, que eran de rollo y que conservo en mis acervos que poco a poco voy digitalizando en la computadora".

Cuenta que en sus inicios trabajó en Multivisión, donde tomaba fotografías en los eventos deportivos que ahí se cubrían, como los torneos de golf, box y maratones.

"Estando ahí conocí a Pablo Carrillo y Pancho Morales, que jugaban golf en los torneos y quienes luego sacaron una revista que se llamaba Matador, que era en blanco y negro, y donde me dieron oportunidad de ir publicando mis fotografías hace ya 30 años. Estando para la revista empecé a conocer a muchos fotógrafos. Mis mejores amigos son gente del toro y he tenido la oportunidad de viajar por muchas ciudades y pueblos, e incluso he ido a España y a Venezuela".

En este tiempo, Edmundo ha montado dos exposiciones taurinas con gran éxito.

Reconoce que en la actualidad ya ha cambiado todo esto de la fotografía, pues ahora, gracias a los teléfonos celulares, los toreros se toman sus propias fotografías en el campo y suben a sus redes sociales la clásica foto grupal con el ganadero al momento.

"Tampoco es lo mismo andar viajando de raid o en tu propio vehículo para ir a una tienta en el campo o andar tomando fotos en alguna plaza. Yo cualquier plaza la disfruto, pero lo que más me gusta es el campo, la ganadería, el toro en su hábitat natural, eso no lo cambio por nada. Afortunadamente, tengo amigos ganaderos que me invitan a las tientas y si tomo fotografías se las doy a quien me lo solicita".

Gracias a esto, Edmundo es uno de los pocos fotógrafos que disfruta andar en los pueblos más recónditos de México, tomando fotografía taurina.

"He recorrido pueblos de Hidalgo, Querétaro, y donde haya toros. Tuve la oportunidad de seguir a toreros como Rafael Ortega y Zotoluco, ya que les hacía sus fotografías".

Después de aquellas dos exposiciones que comenta, Toca tiene la ilusión de hacer otra en la que muestre los "Rostros" de la gente del toro, toreros, ganaderos y subalternos, así como una infinidad de detalles que ha capturado.

"A la gente ahora no le llama tanto la atención un buen lance o un pase, sino detalles, pero resulta que ahora hay miles de fotógrafos que toman solo detalles porque encontrar el momento exacto de un buen lance o un pase, no cualquiera".

El fotógrafo fue el único que tuvo la oportunidad de plasmar con su lente la demolición de El Toreo de Cuatro Caminos, desde que comenzó a quitarse la estructura del techo, hasta que se tiró la última piedra.

"No fue fácil. Tuve que pedir un permiso especial a la Delegación, que me dieron y ellos mismos me avisaban cuando iban a ir a hacer las demoliciones para darle seguimiento puntualmente". 

Ese material y el que tiene sobre las estatuas y placas que se encuentran en la Plaza México, son material que quizá algún día vean la luz pública en una nueva exposición del apasionado fotógrafo capitalino.