El matador Diego San Román fue operado ayer en Querétaro, de una secuela de la cornada sufrida en la plaza "Nuevo Progreso" de Guadalajara el pasado 26 de febrero, cuando el toro "Crestón" de Pozo Hondo, lo hirió en la zona escrotal lesión que le había provocado ciertas molestias.

La operación, practicada por el urólogo Jesús Coronel, comentó que se trataba de "un problema que tenía desde hace tiempo, y que no se había podido atender por todas las ocupaciones de estos últimos meses. Se trata de un varicocele, que es un problema circulatorio de las venas que llevan la sangre al testículo, y la operación fue sencilla. Tras ser operado pasó del quirófano a recuperación y ahí estuvo una hora e, incluso, se levantó a caminar y seguramente hoy será dado de alta".

Por su parte, el padre del torero, el también matador Óscar San Román, dijo que "se tomó la decisión de que fuera operado ahora, ya que en estos días no tenía nada por torear, sino hasta finales de julio, así que era un buen momento para ello".

Diego tendrá que observar algunos cuidados que le ha recomendado el médico y en unos 15 días estará en condiciones de retomar su ejercicio cotidiano y entrenamientos de toreo de salón.