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La actuación de Leo ante la prensa española

Lunes, 22 May 2023    CDMX    Redacción | Foto: Plaza 1   
Coinciden en destacar la meritoria oreja obtenida por el mexicano
Distintos medios españoles valoraron la actuación de Leo Valadez, reconociendo su firmeza y solidez técnica, por lo que a continuación presentamos un concentrado con la opinión de los principales medios taurinos que fijaron su postura sobre la actuación del torero mexicano.

Ángel González (ABC Cultura)

"Cinco años también el tercero, "Trasmallo", un castaño listón de 549 kilos, al que Leo Valadez lo torea variado con el capote. Cumple en varas y parece que se mueve con mejor aire que los dos anteriores. Lo engancha bien con la mano derecha, aplicando mando y mano baja, Por el pitón izquierdo no es tan claro, pero no vuelve la cara. A derechas quiere que rompa la faena y le sopla una serie muy templada. Otra más sometiendo y buscando los trofeos con unas apretadas manoletinas de rodillas. Empuja con la espada cobrando una estocada y ganándose una merecida oreja".

Patricia Navarro (La Razón)

"De donde veníamos el tercero nos pareció una bendición, se empleaba por abajo. Imprimió variedad con la capa Leo Valadez y estuvo muy centrado con la muleta, firme y contundente. Las manoletinas de rodillas del epílogo no solo fueron valientes sino que le salieron perfectas. Se tiró detrás de la espada y de hecho fue cogido en el encuentro. La oreja era rotunda. El quite que hizo al sexto por zapopinas fue impresionante. No era toro para eso, poco claro y que iba como un tren. No se lo pensó y la recompensa fue que Madrid se incendió con él. El toro se había estrellado con las tablas en banderillas y se vino abajo. Valadez le ordenó las embestidas, pero lo cierto es que el fuenteymbro había renunciado a la pelea. Habíamos quemado los cartuchos de milagros".

Antonio Lorca (El País)

"El mexicano Leo Valadez soñó en algún momento con abrir la Puerta Grande, pero la sosería final del sexto toro devolvió el cerrojo a su sitio; dejó, no obstante, un buen sabor de boca, dibujó vistosos quites y mostró una encomiable decisión. A pesar de ello, Leo Valadez paseó la oreja del segundo de la tarde, al que recibió por delantales, brindó al público e inició su labor de muleta con elegantes y largos muletazos por bajo. Bien plantado, fue capaz de superar el corto viaje de su oponente y esa cara por las nubes, y mantuvo la atención de los tendidos con una actitud muy comprometida, con derechazos estimables y adornos muy vistosos antes de unas manoletinas finales, algunas de ellas de rodillas, que fueron la guinda a una actitud valerosa y medida. Tampoco se libró de una voltereta sin consecuencias a la hora de matar. Como buen torero mexicano, Valadez es variado y atractivo con el capote. En su primero ya se lució en un quite por zapopinas, y lo repitió ante el sexto, en un quite espléndido, que le salió redondo y puso la plaza en pie. Ahí es donde Valadez pudo soñar con salir a hombros, pero el toro se desfondó, se apagó como una vela, y los intentos del matador fueron baldíos".

Zabala de la Serna (El Mundo)

"Otro toro con la ajada expresión de los años fue el tercero, que escarbó como toda la corrida pero que a diferencia de toda ella humilló como ninguno. Y esa fue la clave pero no sólo: también respondió con fijeza, nobleza y viaje por su buen pitón derecho. Leo Valadez, que había derrochado vistosidad en el quite por gallosinas en la fijación española de su origen mexicano en Ortiz. Valadez, además de templado desde los doblones de inicio, estuvo encajado y muy inteligente en la administración del contado fondo del mejor toro. De las cuatro series necesariamente breves de muletazos largos, la tercera y la cuarta adquirieron profundidad. El final por manoletinas de rodillas elevó todo, junto a una estocada a carta cabal -voltereta incluida-, hasta la apoteosis del ansiado trofeo. Valadez puso todo a favor de obra con un apretadísimo quite por zapopinas con el sexto, que apuntaba notas de esperanza. Pero un estrellón contra las tablas en banderillas lo afligió por completo. El mexicano se mostró templado, otra vez.

Paco Aguado (Agencia EFE)

El diestro jiennense Adrián de Torres, que dio una aclamada vuelta al ruedo, y el mexicano Leo Valadez, que cortó una oreja, solventaron con valor y entrega sincera la desabrida y mansa condición de la muy seria corrida de Fuente Ymbro lidiada hoy en la feria de San Isidro. Y, en ese sentido, De Torres, con su peligroso y áspero primero, y Valadez, que causó una excelente impresión entre los aficionados, se dieron sin reservas para acabar, aun a costa de volteretas y golpes, saliendo triunfantes de tan agria tarde de toros. El hidrocálido -de Aguascalientes- Valadez se llevó además el bien ganado premio de una oreja de peso después de aprovechar cabalmente a uno de los dos únicos astados con ciertas opciones, como fue el tercero, un auténtico "pavo" que escarbó tanto como todos los demás pero al que, sin dudarle, le cuajó ya un vistoso quite por crinolinas que metió al público en su labor. Humilló luego, este sí, el toro en la muleta del mexicano, aunque sin terminar de desplazarse por completo, lo que no impidió que éste le cuajara varias tandas de derechazos muy asentado, apenas de tres pases y los remates, antes de poner el broche por manoletinas de rodillas y con una estocada desprendida, cobrada tan por derecho que resultó prendido y golpeado, aunque sin mayores consecuencias".

Javier Jiménez (Mundotoro)

"(En su primero) Con expresión de edad en la cara, enseñando las palas, largo, pero con cuello. Recibe con mucha variedad Leo Valadez al toro, que tiene una tendencia más a humillar. Se arranca con prontitud el astado en el primer encuentro. Cae la puya trasera. Quita Leo Valadez con una orticina con caracolina que llegan mucho al público. Sale suelto el toro del segundo encuentro, aunque sigue manteniendo su humillación en los capotes. Muleta: Comienza Leo Valadez por muletazos por ambos pitones con la pierna flexionada muy templado, siempre intentando llevar largo la embestida del toro. Muy reunida la primera tanda sobre la diestra, con la mano baja, tirando mucho de la embestida. Tiene el toro clase y humillación. Coge tono la faena en la siguiente. Muy torero está Valadez, buscando siempre la buena colocación y la templanza en los viajes. Más complejo resulta por el izquierdo, venciéndose un poco y con una embestida más corta. Vuelve a coger el tono la faena sobre la diestra con una buena embestida. Baja mucho la mano el mexicano y responde el animal de Ricardo Gallardo. Muy seria faena. Gana intensidad en la última, por poder, dominio y profundidad, antes de irse a por la espada. Remata la faena por manoletinas de rodillas de enorme limpieza y temple. Estocada ligeramente desprendida, entrando con enorme rectitud en la suerte, siendo volteado. Oreja".

Barquerito (Colpisa)

"De modo que cuando Leo Valadez, brillante con el capote a pies juntos en el recibo del tercero y en un quite logrado por crinolinas, se puso a torear en templadas madejas al tercero, a llevarlo suavemente toreado en tandas ligadas, la corrida cambió radicalmente de signo. La estéril pelea de Leal con el reservón y hondo segundo, el abuelo de la feria, no había contado después de la refriega de Adrián de Torres. Asentado, muy tranquilo, Valadez estuvo, además de refinado, inteligente. Por la manera de plantear la faena, de gobernar en un solo terreno, de apurar el toro cuando empezó a desmayar, de rematar con temerarias manoletinas de rodillas y de irse con fe tras la espada. Una oreja indiscutible.

Jorge Arturo Díaz Reyes (Cronicatoro)

"Pero hablando de toreo y jaleo, el hidrocálido Leo Valadez, que se llevó el más bravo, lo justificó, puso la plaza en un puño y quizá hubiese roto el ayuno de Puerta Grande que el toreo mexicano tiene en Las Ventas desde hace 51 años, cuando Eloy Cavazos la logró por última vez.
 
"De pronto lo hubiese roto, viendo como se había puesto el público a su favor. Mas, el sexto, con el cual ejecutó un espectacular quite de tres zapopinas y media que puso la plaza en píe y a todo volumen, y que los comentaristas televisivos candidatizaron de una como el de la feria. El sexto, decíamos, persiguiendo fiero a Curro Vivas tras el tercer par se estrelló como un tren contra la barrera, cayendo semi noqueado.
 
"Se levantó, sí, pero maltrecho, ya no valía para el triunfo ni para nada.  Hasta ese instante Leo tenía todos los votos. Es que había sido protagonista toda la corrida. Con los toros propios y con los ajenos. Prodigándose en los quites: Por chicuelinas con el segundo, por charrinas al tercero, por caleserinas al quinto y como ya dijimos por zapopinas al último. Todos vistosos, alegres, logrados, levantando gran alboroto, en homenaje a la gloriosa tradición capotera de su país. "Es que ya estamos aburridos de los mismos" comento jocoso al final.
 
"Con la muleta, templado, ligado, lento, bajo, preciso, embarcó al encastado "Trasmallo", por izquierda y por derecha cambiando de mano y girando en la cara para rematar las tandas. Cuando el tanque de la raza comenzó a marcar en rojo, él echó leña en el fogón con cuatro limpias manoletinas de rodillas y de frente, cerradas con un gran pase de pecho.

"A la erizada cuna se tiró en el volapié frontal, saliendo cogido, pero dejando a cambio la estocada total arriba que rodó al toro y le ganó una ovación al arrastre. Premio este que había puesto en duda con su decaimiento final. La oreja fue de petición escandalosa y hasta querían otra. Bueno, tomando en cuenta las que ha dado don Eutimio en lo que va del mes ¿Por qué no?"


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