Banners
Banners
altoromexico.com
Banners

La actuación de Fonseca ante la prensa española

Martes, 16 May 2023    CDMX    Redacción | Foto: Archivo   
Destacan su ambición y deseos de triunfo con el sexto toro
La actitud de Isaac Fonseca ayer en Madrid ha sido bien valorada por el grueso de la prensa española, y a continuación dejamos varios ejemplos de lo que opinaron de él los periodistas de los principales diarios y algunos portales de internet, que refleja lo hecho por el torero mexicano en su confirmación de alternativa.

Antonio Lorca (El País):

"El festejo empezó mal. El primer toro de José Vázquez huyó de los capotes, recorrió el anillo un par de veces y no había manera de pararlo. El tercio de varas fue un desorden absoluto, y la ceremonia de la confirmación larga y cansina. Isaac Fonseca, que era el confirmante, lo intentó de veras con ese primer oponente que embestía con la cara alta, sin clase y sin gracia. Toda su labor transcurrió en silencio, a la expectativa, pero no pasó nada. Bueno, pasó que el torero mexicano escuchó avisos, prueba de que no tenía prisa por acabar.

"Fonseca intentó que la interminable corrida tuviera un final feliz. Se estiró a la verónica sin lucimiento a causa del viento, y con la muleta en las manos se hincó de rodillas en los medios y desde allí citó del lejos al blando y noble animal que hizo sexto. Acudió al cite, a punto estuvo de llevarse por delante al torero y lo que se dio fue una costalada de aúpa. Volvió el mexicano a la misma posición y en esta ocasión sí consiguió su objetivo de dar un pase cambiado por la espalda, que repitió a continuación de pie, y los tendidos se animaron a la espera del milagro.

"Muy dispuesto e intenso, Fonseca se separó del toro y por dos veces citó de nuevo de largo y se mezclaron los enganches con los muletazos estimables y una desbordante ambición. Pero el toro era un inválido –la opinión mayoritaria era que no se protestó para que no lo devolvieran y se alargara el suplicio– y no colaboró con las buenas intenciones del lidiador".

 Zabala de la Serna (El Mundo)

De la apoteósica y curiosa presentación infantil del virtuoso Marco Pérez –ya discutiremos su excepcionalidad histórica– por la mañana a la llamativa, rara y merecida confirmación de alternativa del mexicano Isaac Fonseca. Llamativa, por venirse a Las Ventas en un autobús de la EMT; merecida, por todas las plazas rendidas en su arrasadora campaña de novillero (y el trato que se le debe a México); y rara, por elegir confirmar con el toro de remiendo de José Vázquez y no con el de El Parralejo, la ganadería anunciada para su doctorado. Visto el trapío estratosférico del último, se entendió la decisión.

"Optimista, cinqueño como toda la corrida, salió con razones fundadas para el pesimismo: no sólo por su pregonada mansedumbre, sino también por su cortedad de cuello y su escasa humillación. Al fin y al cabo, el manso fue tratable y obediente, pero únicamente descolgaba en el embroque. Fonseca, tras el desorden típico del toro que no quiere caballo, optó por el peor de los caminos: la ortodoxia, bien colocado y a piñón fijo pegando pases resulta vulgarón. Kilométrica faena. Un aviso antes de perfilarse para la muerte. Otro tras los fallos con el acero.

Fonseca se desinhibió de todo corsé y atacó con el cuchillo entre los dientes con el estratosférico sexto, un pavo. Lo dio todo. Desde el temerario prólogo de rodillas al epílogo aterrador con la muleta en la espalda, por nimeñas. Entre uno y otro, un trajín con un toro que pareció dañado de apoyos. Quiso más que pudo, boyancón, demasiado con esos casi 600 tremebundos kilos. Otro aviso –vaya tarde de avisos–, un espadazo a ley. No cuajó la petición, pero recobró su crédito por un camino que ni debió, ni debe, abandonar. Es jodido, pero es así.

 Paco Aguado (Agencia EFE):

"A esas alturas, había transcurrido ya una hora de corrida con solo dos toros estoqueados, pues el mexicano Isaac Fonseca también se alargó, sin brillo, ante el descastado de su confirmación de alternativa, con el que se asentó y centró más mediado el trabajo.

"Ya el sexto fue el más hondo y aparatoso de los de El Parralejo, pero a su manejable condición no aunó la necesaria fuerza para aguantar la voluntariosa actitud del joven azteca, que puso más decisión que temple para intentar no irse de vacío en una tarde tan decisiva".

Javier Jiménez (Mundotoro):

"Llegaba Isaac Fonseca a Madrid para confirmar alternativa y el mexicano se la jugó frente al sexto. Otro toro de imponente presencia que le costó mucho soltarse y emplearse en su embestida por su falta de fuerza. Además, era casi imposible ligar tres muletazos seguidos en el sitio sin que perdiera las manos o protestara con un gañafón a mitad del viaje. Desnudo de valor, se puso en el centro para cambiar la trayectoria del toro por la espalda de hinojos. A punto estuvo de llevárselo por delante, besando el toro el suelo por un movimiento más bruco para salvar al hombre. Volvió con arrestos de nuevo a hincar las dos rodillas en tierras, para volverse a cambiar el viaje por la espalda en varias ocasiones, la última, ya de pie. Supo ver la condición del astado Fonseca y dio mucha distancia en los medios en las primeras series. Aprovechó la inercia en los viajes iniciales, pero era muy costoso a partir del tercero. Buscó siempre la buena colocación e intentó encauzar las embestidas con limpieza. Fue una faena de garra y de raza a la que resulta imposible ponerle una pega, pues se la jugó sin trampa ni cartón. Dejó media estocada efectiva y el público pidió de manera tímida una oreja.

"Con el abre plaza, un toro de José Vázquez agresivo por delante, enseñando las puntas y con mucha longitud de pitón, tragó paquete en los momentos del embroque, dentro de una faena en la que el astado no plasmó las complicaciones que tuvo, sobre todo, en los inicios de los muletazos. Intentó siempre Fonseca ligar los muletazos a base de provocar la embestida ganando un paso. Seria actuación en una tarde para tener en cuenta, en la que no perdonó ni un quite y plantó sus credenciales".

Jorge Arturo Díaz Reyes (Cronicatoro):

"Por lo demás, el arrojo de Isaac Fonseca, que sin haber podido descifrar su toro de la confirmación asustó con el torazo veleto que cerró la corrida. Minúsculo, de rodillas en los medios citó largo, aguantó el galope, cambio por la espalda escalofriantemente, pero el veloz no solo se le llevó la muleta, sino que cayó patas arriba. Desairado mexicano, volvió a tirarse en las mismas posición y distancia para enjaretar ahora sí el cambio dos veces por pecho y espalda, seguido por dos de pecho ya de pie. Ovación. En adelante todo fue apostarse, jugarse sin lograr ligar más de tres muletazos aseados. El público y su paisanaje, mucho, a todo con él, hasta que logró la serie más atildada en la tarde. Tres por derecha el cambio de mano y el forzado. Un espadazo delantero con hemorragia y un saludo de mero macho".


Noticias Relacionadas





Comparte la noticia


Banners
Banners